Al final el elefante blanco que estaban esperando con los brazos abiertos para que desembarcara en Nueva Canarias decidió no hacerlo. Hasta el último momento, y desde muchos frentes, estuvieron tratando de convencer a Inés Rojas de que fuera de encabezando la lista de Nueva Canarias al Cabildo de Lanzarote, pero la consejera de Paulino no se atrevió porque no lo debió de ver nada claro. Es posible que en su decisión hayan pesado varias causas. Por un lado hay que tener en cuenta que Román Rodríguez, el líder del partido que ahora la ha estado cortejando, ha sido especialmente duro con la gestión de Rojas al frente de sus áreas en el Gobierno canario y el que más furibundos ataques le ha propinado en estos últimos años, algo que no es fácil de “olvidar” habiendo sido además la consejera más denostada por parte del dirigente de Nueva Canarias. Es posible también que por parte de la propia Coalición Canaria se le haya tendido una mano, o al menos lo hayan dejado entrever, de que podrían contar con ella en una segunda vuelta, si tras las elecciones gobiernan de nuevo en Gobierno canario. Si bien es verdad que está claro que es muy improbable que Fernando Clavijo pudiera contar con ella al frente de una Consejería, hay muchos puestos de dirección que pueden ser ocupados, y una persona de su experiencia tiene muchas posibilidades, sin tener que ser incluso en el gobierno.
Pero sea como fuere, lo que parece claro es que Inés Rojas ha sabido entender que en política saber esperar es a veces la mejor opción para un político con la experiencia y la trayectoria que ella tiene, y que a veces hay que saber templar los ánimos y aguardar a que soplen mejores tiempos. En su decisión qué duda cabe también ha habido amigos y muchos intermediarios que le han dado buenos consejos, para que no tomase decisiones de las que luego uno se puede arrepentir. Consejos que finalmente han pesado más que la estrategia de Pepe Torres de tratar de convencerla a que encabezara la lista de Nueva Canarias en el Cabildo. Una estrategia urdida por el alcalde de Haría, ahora ya fuera de CC, no tanto para intentar apuntalar en la isla a la que pretende ser la marca blanca que le dispute el liderazgo a CC en el espacio del nacionalismo canario, sino sobre todo fijada en hacer el mayor daño posible a Pedro San Ginés como candidato al Cabildo de Lanzarote.
… y para Pepe Torres, que pierde poder
Es evidente que la decisión final de Inés Rojas de no encabezar la lista al Cabildo ha supuesto un duro revés para Nueva Canarias. E indudablemente también para Pepe Torres, que ha estado durante varios meses urdiendo la estrategia y tratando por todos los medios de recuperar el poder perdido en CC, desde que saliera la nueva dirección insular con David de la Hoz como secretario general y desde que llegara la renovación con el nuevo candidato Fernando Clavijo a la presidencia del Gobierno canario. Al final Pepe Torres se ha quedado solo en la estrategia que había tratado de tejer en torno al sector crítico a Clavijo y cercano a Paulino Rivero. El propio candidato a la presidencia del gobierno de Canarias y líder de CC, Fernando Clavijo, señaló que el problema de Pepe Torres es que nunca aceptó la renovación y que era una crónica anunciada que se iba a ir a otra formación política. Sus otros dos compañeros de viaje en Lanzarote, Mario Pérez e Inés Rojas, se lo han pensado bien y al final han decidido no actuar movidos por los deseos de venganza. El propio Mario Pérez, que independientemente de todo este jaleo político, hay que decir que ha hecho una gran labor al frente de Política Terrioririal en el Gobierno canario, lo dijo claro en Lancelot TV: él tiene claro que hay que saber perder y que por encima de todo se considera un hombre de partido, fiel al proyecto y a las siglas. Pese a los denodados intentos tanto por parte de Nueva Canarias y del propio Pepe Torres de convencerla, a última hora Inés Rojas, quien todo hay que decirlo tampoco nunca dio un sí definitivo al nuevo novio que la cortejaba, al final se lo ha pensado mejor y ha debido valorar muy bien las consecuencias de tomar decisiones que podrían perjudicarle más que beneficiarle. Inés Rojas es hoy por hoy un referente en la política lanzaroteña y seguramente hubiera sido correr demasiado riesgo y echar por tierra todo su bagaje político y sus posibilidades de futuro. Tanto Mario Pérez como Ines Rojas son gente que pueden todavía dar mucho de sí, son jóvenes y no le sobra a la política de Lanzarote gente con personalidad y experiencia.