¿Hay realmente turismofobia? ¿A quién le interesa deformar la realidad turística de Canarias?
Numerosos medios distorsionan y llevan al extremo lo que está ocurriendo en las islas dando una imagen muy poco favorecedora del archipiélago
La publicación de noticias en diversos medios relacionadas con la manifestación del próximo 20 de abril que lleva como eslogan "Canarias tiene límite" ha hecho que aumente la preocupación del sector turístico.
Lo cierto es que en dichas publicaciones se está distorsionando la realidad y convirtiendo una protesta puntual en un sentimiento que realmente no existe en Canarias.
Algunos analistas han señalado a este medio el temor que, de tanto dar con un palo a la piñata, en relación al turismo, ésta se acabe rompiendo.
Una de las últimas publicaciones ha sido Euronews. “Los habitantes de las islas Canarias planean protestas y huelgas para luchar contra el turismo excesivo. Los activistas afirman que la afluencia insostenible de visitantes está arruinando la vida en las zonas turísticas. Un grupo de activistas de la isla de Tenerife ha planeado una huelga de hambre contra la construcción de dos nuevos hoteles. Otros activistas denuncian que los habitantes duermen en coches y cuevas debido a la subida de los precios de la vivienda”, señalaban en un artículo.
La noticia da una imagen distorsionada de la realidad turística de las islas, en la que es cierto que existe la sensación de que es necesario controlar y regular la actividad turística, mejorar la oferta existente y no ampliarla y, sobre todo, regular el alquiler vacacional.
Lo que no es cierto es que “muchos canarios” vivan en cuevas y duerman en coches, ni que la oferta turística basada en tiendas de campaña sea muy amplia.
Son ya demasiados los medios que están haciendo de casos puntuales, y anómalos, una generalidad, que daña y perjudica a Canarias en beneficio de otros destinos competidores.
Tampoco es cierto que “los residentes canarios coloquen carteles para ahuyentar a los turistas”.
La mayoría de los canarios es consciente que el turismo es el motor económico de las islas y no reniegan de esta actividad, sino que quieren controlar y regular su funcionamiento.