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Toque de atención a la alcaldesa

 

El duro comunicado del Comité Local de Arrecife de CC contra la alcaldesa capitalina es un toque de atención serio al PSOE. Algunos en Coalición Canaria creen que no se puede seguir en un pacto que no se creen y que creen que está dañando más a los nacionalistas que beneficiando. Consideran que Coalición Canaria se está “contaminando” de la mala gestión que para ellos y otros se viene realizando en la capital. Es evidente que tras la salida de José Montelongo de la alcaldía por motivos internos, las relaciones se fueron enrareciendo. Ya Arrecife es difícil de gestionar con un buen equipo de concejales, nunca ha sido fácil para nadie, ni para sus antecesores, pero es evidente que no la actual no es la mejor corporación para pilotar esta nave “perdida en el espacio” desde hace años, con múltiples problemas de funcionamiento. Sobre todo con muchos vicios adquiridos. Lo cierto es que sería injusto echarle la culpa de todos los males a Eva de Anta, una alcaldesa voluntariosa, pero con ciertos déficits de liderazgo que complican aún más la gestión del día a día.

 

Complicarse la vida

 

El comunicado de CC sobre la gestión de la alcaldesa de Arrecife, más allá de que seguro que peca de exceso en los calificativos (a veces las sobreactuaciones quitan crédito más que dar firmeza) viene a confirmar que estamos viendo la convivencia de un matrimonio mal avenido y prácticamente en trámite de divorcio. No es la primera vez que la cuerda se tensa ni será la última si siguen gobernando juntos, pero tiene razón CC en un asunto que parece que el PSOE, posiblemente por consejos del “asesor” Carlos Espino, ha gestionado muy mal. Nos referimos al asunto de la semipeatonalización o la apertura reducida al tráfico de vehículos que proponen la mayoría de los partidos políticos y agentes sociales, sobre todo relacionados con el comercio del centro de la capital. Los nacionalistas se sienten “ninguneados” al evitar la alcaldesa cumplir con el mandato del pleno de Arrecife de promover una consulta popular para saber si los ciudadanos quieren o no la avenida abierta. Parece que una alcaldesa que gobierna gracias al apoyo de sus socios tendría que ceder y simplemente sacar a “referendo” la propuesta que se aprobó en pleno. De lo contrario, está contribuyendo a la inestabilidad de su propio sillón. Y lo peor es cuando ya da lo mismo que gobierne uno que otro porque los problemas de los ciudadanos no se arreglan y la ciudad continua con muchos frentes abiertos desde el ámbito urbanístico, pero también comercial.

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