Reducir ayuntamientos
Es un viejo debate que suele salir con frecuencia cuando las cosas vienen mal dadas, pero lo cierto es que la evidencia demuestra, cada vez más, que es necesario abrir el debate sobre la necesidad de suprimir ayuntamientos en Canarias y en España. En Lanzarote son muchos los analistas que coinciden que con tres o cuatro, vamos sobrados. Sobre todo porque evitamos duplicidades y gastos innecesarios. También hay que pensar en mancomunar servicios que abaraten los costes y mejores las prestaciones al ciudadano. Lo que tiene claro todo el mundo es que hace falta una reconversión profunda de las instituciones públicas del Estado, para que sean más eficientes y cuesten menos, para que ese dinero sobrante vaya realmente a la economía productiva que genere empleo y riqueza.
Tiempos de crisis
Sabemos que la clase política no moverá un dedo para disminuir gastos, por el contrario, tenemos malos ejemplos como el aumento de diputados en el Parlamento de Canarias en la pasada legislatura que no ha servido sino para detraer a todos los canarios dos o tres millones de euros por legislatura. Por eso, hoy los ciudadanos tenemos que presionar para disminuir la oronda barriga, cada vez mayor, del Estado que lo hace ineficaz, muy costoso e ineficiente. En tiempos de crisis y zozobra económica se hacen más evidentes las injusticias, como hay ciudadanos de primera, una parte importante del empleo público, quitando al sanitario y al educativo, que sobra. Hoy, más que nunca, es necesario ese debate de la reconversión de todos los estadios de lo que se conoce como Administración pública para reducir burocracias, empleados y gasto público. El problema es que cada vez es mayor el gasto público en mantener chiringuitos, asesores, políticos y paniaguados. En Lanzarote parece razonable pensar que un ayuntamiento en la parte norte, otro en el sur, y otro en el centro, más Arrecife, serían más que suficientes para esta isla de 150 mil habitantes.