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Nueva Canarias, pierde en casa

 

  • Lancelot Digital
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    No parece que el giro a la izquierda que ha dado Nueva Canarias aliándose con Sumar le haya dado buenos resultados a nivel electoral. Las bases del partido culpan a esa deriva de la formación hacia la política “zurda” de los malos resultados que vienen obteniendo en los últimos comicios. De hecho, ha sido en “casa”, por así decirlo, en su propio feudo de Gran Canaria, donde los algunos de los principales alcaldes se han rebelado. Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar, fue el primero en levantarse contra Román Rodríguez, recordándole que su insistencia en aliarse con Sumar ha hecho que sacaran peores resultados que Coalición Canaria en todas las islas. El pasado 9 de junio, CC obtenía en los comicios 68.000 votos, mientras que Nueva Canarias/Sumar, tan sólo 27.000. En el caso de la provincia de Las Palmas, CC obtenía 22.000 votos y NC/Sumar, 15.000. Vistos los resultados, no tardó en sumarse a Sosa, el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, y los de Valsequillo, Santa María de Guía y Agaete… Le piden a Román que atienda el mensaje de las urnas, y dan por amortizado al principal dirigente del partido.

     

     

    La alegría de NC en Lanzarote

     

    No ocurre los mismo en Lanzarote. Aquí, NC está muy contenta con los resultados electorales, y se aparta de las críticas escuchadas en la isla vecina. Yoné Caraballo saca pecho al hablar de lo conseguido en las elecciones municipales y autonómicas: dos concejales (uno en Teguise y otro en Haría), un consejero en el Cabildo, Daisy Villalba, número dos de Óscar Noda, porque este último se ha mandado a mudar y no quiere saber nada de NC; y un diputado, él mismo. No se pueden contar los concejales de Tinajo porque pertenecen al Movimiento Renovador de Tinajo, que se ha desligado de NC. Y no es que en las elecciones europeas los resultados de Nueva Canarias/Sumar hayan sido para echar voladores. Aquí también han quedado muy por debajo de Coalición Canaria, concretamente mientras los nacionalistas obtenían 3.000 votos, su partido sumado al de Yolanda Díaz, apenas llegaba a 1.500. Y sin embargo, están muy contentos… Sólo se nos ocurre que tanta alegría se deba al acta de parlamentario que ostenta el propio Caraballo, que le produce una gran satisfacción. Lo cierto es que a los votantes, a sus votantes, no parece que les guste verse cada vez más alejados de un posible nacionalismo unido. No parecen satisfechos de la deriva a la izquierda. A lo mejor, deberían hacérselo mirar… sin perder la alegría, eso sí. No seremos nosotros los que aboguemos por políticos tristones. 

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