Ni BIC, ni protegida
A veces cuando se trata de dirigir, exagerar una acusación contra una persona por tirria, por exceso de protagonismo o por simple maldad, ocurre lo que ocurrió el otro día en el juicio que se sigue con la bodega Stratvs. Uno de los agentes del Seprona llegó a afirmar en sede judicial que la antigua vivienda en ruina, con los muros y techos semiderruidos y llenos de basura durante décadas, situada a la entrada de la bodega Stratvs, hoy totalmente restaurada con verdadero mimo, estaba protegida. Nada más y nada menos que el diligente agente de la Guardia Civil la catalogó de BIC (Bien de Interés Cultural). Luego, ante la repregunta de si estaba seguro que la casa era un BIC, el agente del Seprona, dice bueno un BIC u otra figura de protección. Lo cierto es que esa casa estaba en el suelo, era prácticamente irrecuperable como tal y nunca en la historia ha estado protegida ni por Yaiza, ni por el Cabildo. Pero da igual, la cosa es seguir exagerando, haciendo de lo normal algo extraordinario. Contra Juan Francisco Rosa está la veda abierta para cazarlo y hasta que no lo hagan no descansaran.
Stratvs y los brunch
A otro de los agentes del Seprona le preguntaron si en Stratvs se hacía algo más que vino. Y el agente, muy serio y circunspecto, señaló que ademas de vino se hacían catas de vino, bruch (desayunos), exposiciones e incluso actuaciones musicales. ¡ O qué raro, como si otras bodegas no lo hicieran¡ Pero, claro, para la llamada mafia verde, los otros si pueden tener sus bares, su sala de catas y sus exposiciones, pero Stratvs, no. Como las otras bodegas puedan verter sus aguas residuales a pozos filtrantes tras pasar por un proceso de decantación o depuración en las llamadas fosas sépticas, mientras la bodega de Juan Francisco Rosa, no. Hacen de lo normal, insistimos, algo extraordinario. Como la estupidez de si había un portal de belén por Navidad en la finca de Stratvs, en la entrada a la bodega. El bueno del agente del Seprona dijo que si, que habían unas piedras que no estaban antes. De verdad, que si no fuera porque estamos hablando de cosas serias, al propietario le piden 19 años de cárcel (“y poco nos parece para lo ruin que es”, pesaran los denunciantes), realmente es para llorar. Sobre todo cuando estos denunciantes hablan del impacto paisajístico de Stratvs, cuando es de la pocas de las grandes que no tiene ni un taque, ni nada por fuera, a la vista, como por desgracia ocurre en varias con gran impacto. Cosa que estos iluminados nunca han denunciado. Pero qué importa, el tema, el asunto es cazar al diablo que algunos han precocinado desde hace años. La Geria y su conservación les ha importado siempre un pito.