Mofa en el pleno por el “descubrimiento” de Meca
El Consejero de Podemos en el Cabildo de Lanzarote quedó una vez más retratado en el pleno del Cabildo. Su arrogancia, su prepotencia, que rayan la mala educación de la que suele hacer gala habitualmente en sus intervenciones, se demostró una vez más cuando no quiso corregir su moción relativa al “fallido” hallazgo de un acuífero bajo el manto volcánico de Timanfaya. Quería que toda una institución como el Cabildo de Lanzarote le siguiera el jueguito de aprobar una iniciativa para exigir al Gobierno de Canarias que de manera urgente realice catas o prospecciones sobre el terreno para saber la cantidad y la calidad de las aguas subterráneas. El Ppesidente del Cabildo, Pedro San Gines, le dijo que, a pesar de todo lo ocurrido con este anuncio fallido, estaba dispuesto a que los consejeros del grupo de gobierno, la mayoria absoluta, aprobara realizar esas catas. Sólo le pidió lo razonable. En lugar de analizar la cantidad y calidad, poner que se realicen los sondeos para averiguar si hay agua o no. Al final, el señor Meca no quiso cambiar el tenor de su moción porque certificaba que había mentido cuando anunció a bombo y platillo al mundo poco más o menos que había descubierto el maná del agua eterna en Timanfaya. Unas afirmaciones que el propio director del estudio geofísico, el catedrático de la Universidad de Barcelona, Albert Casas, matizó con contundencia diciendo que no se sabe si hay o no agua. Si la hubiera o no hubiese, si es de buena calidad, si es o no salada, si se trata de un charquito o de un embalse y si, sobre todo, valiera la pena sacarla si realmente, insiste, hubiera agua. Por lo tanto, lo que era una mera hipótesis, el señor Meca, aprovechando las ganas de un ingeniero de Caminos, Carlos Soler, que se ha empeñado desde hace 15 años en decir que en Timanfaya hay agua dulce, cuando todos los estudios serios dicen lo contrario, intenta vendernos una ilusión. Meca no cambió el tenor de su moción porque no quiere reconocer el ridículo, la metedura de pata, la exageración, en el mejor de los casos, de un descubrimiento fallido.
Una teoría sin apoyo científico
A excepción de Tomas López de Somos, que no quiso hacer mucha sangre de la metedura de pata de Meca, el resto de consejeros de la oposición casi se mofaron del representante de Podemos en el Cabildo Y no era para menos. Juan Manuel Sosa, consejero de Nueva Canarias, le insinuó a Meca que estaba atravesando por una especie de locura transitoria, que confundía la realidad con los hechos. Y acertó cuando señaló que él no podía aprobar una moción para hacer prospecciones y gastarse el dinero si antes no había más estudios serios. Que el Cabildo no debe meterse en ese fregado de gastar tiempo y dinero, por los caprichitos de algunos. Muy valiente y muy razonable el doctor. También el representante del PP, Angel Vázquez, le llegó a insinuar a Meca que mintió cuando se crearon falsas expectativas sobre una hipótesis que se ha ido diluyendo como un azucarillo en un vaso de agua. Ya el colmo de lo ocurrido en el pleno del martes fue cuando CC le preguntó que quién debería hacer esas catas y el señor Meca, respondió “que, por supuesto, el señor Soler”. Es decir, el mismo que ha dicho sin base científica que lo avale de manera empírica que hay agua dulce en el subsuelo. En fin, un esperpento, donde el consejero Meca, muy próximo a la FCM, no tuvo la humildad de reconocer el resbalón que ha dado con este asunto del descubrimiento.