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Más vale tarde que nunca

 

La noticia de que, por fin, el pleno del Ayuntamiento de Tías aprobaba en pleno la construcción de un parking subterráneo en el corazón del viejo Puerto del Carmen, entre el conocido Centro Comercial Barracuda y el histórico Hotel Fariones, ha despertado la esperanza en los comerciantes y promotores de la zona. Y no es para menos, pues la iniciativa responde finalmente a una vieja reivindicación de  este núcleo turístico. La falta de aparcamientos tanto en la Avenida de Las Playas como en la zona antigua del Puerto del Carmen es histórica, y sin duda eso ha perjudicado notablemente al desarrollo del lugar. De hecho, numerosos negocios se vieron obligados a cerrar ante la falta de estacionamientos que facilitaran las compras. La creación de este parking con cerca de 200 plazas es todo un acierto.  Llega tarde sí, pero se ha dado el primer paso para que sea una realidad. La fórmula que propone el alcalde, Francisco Hernández, para la construcción y explotación del aparcamiento no solo propone la implicación de la empresa privada sino que además permitirá unos ingresos de 600 mil euros anuales a las arcas públicas. Asimismo, se espera que la construcción del nuevo parking coincida con la renovación aplazada del Hotel Fariones, cuyos propietarios quieren convertirlo en un hotel  5 estrellas, reduciendo habitaciones y ofreciendo mayor calidad. El Hotel Fariones es todo un símbolo del nacimiento del Turismo en la Tiñosa y en Lanzarote, se convertirá a poco mejore los alrededores en uno de los mejores de Lanzarote.

 


Preocupación en el sector turístico y primario

 

El hecho de que el Cabildo de Lanzarote haya consultado al órgano competente si es posible dar continuidad o no al contrato que mantiene con el Estudio de Arquitectos Ezquiaga para éste culmine  la redacción del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote ha generado preocupación en distintos sectores de Lanzarote. De manera especial han expresado su sorpresa tanto desde el sector turístico como en el primario, ambos fundamentales en la economía isleña. Si finalmente el contrato se puede renovar a Ezquiaga como dicta el sentido común, pues fue éste quién lo inició, pues miel con hojuelas. El problema estaría en que la consulta legal recomiende sacar a concurso un nuevo documento. Eso, por muy rápido que se hiciera, no tardaría menos de un año en cobrar efectividad, lo que supondría un nuevo retraso a la aprobación del PIOL, que lleva años a la espera. Además la situación pondría en jaque a la isla y a su desarrollo. Y si llegara a caer en manos de un nuevo equipo de arquitectos, el documento tendría que iniciarse de cero. Un desastre, vamos, porque no sólo afectaría a la ordenación de nuestro suelo, sino que impediría el desarrollo del sector de energías renovables, la construcción del carril bici, las mejoras en el sector agrario, la falta de suelo para construcciones educativas y sociosanitarias etc. Y es que el planeamiento vigente es del 91. Aprobado hace más de 25 años cuando la isla de entonces y sus prioridades y problemas nada tienen que ver con los de ahora. Por eso, recemos y crucemos los dedos para que las consultas legales indiquen que se pueda renovar sin más historias al equipo que contratara la ex-presidenta del Cabildo, Manuela de Armas.

 

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