Ley del Suelo contra la demagogia
Vino Fernando Clavijo a Lanzarote a explicar la que será la futura Ley del Suelo, ahora borrador, a los distintos sectores empresariales y sociales de la isla. Lo explicó de manera sencilla y clara. El presidente de Canarias fue contundente: si hasta ahora el modelo de desarrollo económico y social de Canarias ha fracaso resulta razonable que se haga algo para ver si mejora. Si en los mejores momentos del boom económico Canarias seguía soportando más de 100 mil parados y ahora hay 240 mil, no nos podemos resignar a permanecer quietos. Aquello tan gallego de lo mejor de un problema es no afrontarlo, que ya alguien lo arreglará o se arreglará solo. Pues no, a un político se le elige para que trabaje y cambie lo que no funciona bien buscando que su gente sea lo más feliz posible. Y está claro que la gestión del suelo en Canarias es fundamental. En cualquier caso, es evidente que Clavijo no podrá convencer a los sectores falsos progresistas o ‘ecologistas de champán y caviar’ que esta Ley no sólo no clasifica más suelo turístico sino que facilita la seguridad jurídica, para que la inversión que se pueda hacer por la iniciativa privada o pública, se haga más fácilmente. Que en lugar de que un plan general de un municipio tarde 10 años en sacarse adelante (en Arrecife se rebasará esa cifra), tarde cinco. Que un inversor que quiera hacer un hotel donde se puede hacer ahora igual, no tenga que sortear miles de trámites burocráticos, a veces contradictorios cuando no simplemente estúpidos para que en lugar de cinco años emplee dos. Los falsos ecologistas que viven en la arcadia feliz porque tienen sus fundaciones para vivir bien o son funcionarios que no saben lo que es mantener una empresa, les viene muy bien o le da lo mismo que la burocracia arruine las islas o que miles de canarios no tengan oportunidad de encontrar un trabajo y no tengan como ahora que mendigar por las instituciones públicas. Porque lo único cierto es que la nueva Ley que se pretende aprobar sólo mejora la actual situación sin tener que clasificar más suelo turístico. Eliminar obstáculos que la maraña legislativa en materia del territorio ha convertido a estas islas en un infierno.
Datos de interés
El Presidente de Canarias dio datos sobre el fracaso territorial y de la gestión del suelo en Canarias. De los 88 municipios sólo 26 tienen a día de hoy planes generales aprobados, de esos 26, 9 de esos planes están en stand by denunciados en el tribunales de Justicia. Por lo tanto, sólo un tercio del suelo de Canarias está ordenado, el otro está en trámite y muchos ni siquiera en eso. Eso hace que no se mejoren las inversiones ni se diversifique la economía, que las arcas públicas ingresen menos, que se mermen los recursos económicos para las ayudas sociales, y que cada vez más gente necesite ayuda porque más gente se va al desempleo. Es una cadena viciosa que se quiere convertir con la nueva Ley del Suelo en una cadena virtuosa. Si se da seguridad jurídica vendrán más inversiones, si hay más inversiones se recupera empleo, si hay más empleo las mermadas arcas del estado ingresan más, si ingresan más habrá más recursos para mejorar la sanidad, la educación y los servicios sociales, a estos últimos habrá que destinarle menos recursos porque habrán salido de ellos muchos. La realidad es que ahora hay 1.000 millones de euros pendientes de inversión en Canarias que debido a las trabas burocráticas, falta de planeamiento no se puede invertir y que eso significa que de invertirse en dos o tres años generarían más de 15 mil puestos de trabajo. Y que la nueva Ley del Suelo le da una nueva concesión al suelo rústico, compatible con ciertas actividades turísticas que permite mantener el paisaje agrario. Es el caso de las bodegas de La Geria, que ya algunas de ellas tienen uso turístico complementario de facto. Otro de los mantras ecologistas que desdibujó Fernando Clavijo en Lanzarote fue el que la nueva ley ataca a los Espacios Protegidos en Canarias. Otra falacia. Se mantienen igual que hasta ahora. Y aunque algunos lo desconocen en Canarias el 50% del territorio está protegido por leyes canarias, otro 30% por normativa insulares, queda sólo un 20% del territorio donde se utiliza para viviendas y actividades económicas. Otro mantra que desmintió el Presidente de Canarias en su exposición de la que será la nueva Ley del Suelo, sólo un 3% de ese 20% es suelo turístico. Pues eso, que hasta que no se demuestre lo contrario, bendita Ley.