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Las obsesiones de un político


 

Mentiroso, manipulador y ruín. Así ven muchos al consejero de Podemos en el Cabildo de Lanzarote, Carlos Meca. Ya no se pone colorado cuando manipula descaradamente los datos. Menos cuando insulta o difama. De hecho, tiene el honor de haber sido condenado en firme en el Tribunal Supremo por difamador. Entre sus varias obsesiones tiene dos que, por lo visto, no le dejan dormir bien. Que Pedro San Ginés, presidente del Cabildo de Lanzarote, haya logrado “salvar” dos empresas estratégicas como los Centros Turísticos e Inalsa (en la ruina cuando llegó Coalición Canaria) y que, además, haya arreglado el primer problema mediambiental real que tenía Lanzarote, como era el Complejo de Residuos de Zonzamas, es una de sus obsesiones. Eso le debe carcomer el cerebro dadas sus reacciones contra el presidente. La otra obsesión es contra un promotor turístico que ha destacado sobre todo por la calidad de sus construcciones, negocios o ideas. El otro día, en el Pleno del Cabildo, aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid, arremetió de manera zafia contra el artista Jason deCaires Taylor responsable de la idea del Museo Subacuático de los Centros Turísticos. Se mete contra ese artista internacional (ahora Greenpeace le encargó unas esculturas para colocar en el Támesis con el fin de denunciar la contaminación del mar) por haber elegido por sus condiciones naturales una zona de la costa cercana al Puerto Marina Rubicón, en Playa Blanca y, sobre todo, porque le da rabia que encima sea un éxito. Que haya tenido tanta repercusión internacional, lo mata.

 


Ilegalidades y legalidades

 

 

Para que vean que todo es una impostura, la del señor Meca, les damos algunos datos. Y lo damos porque llama mucho la atención que el hombre denuncie que el Cabildo alquile un local en Marina Rubicón como taller para el escultor, porque considera que es el sitio idóneo, intentado dejar caer que el puerto es ilegal. La realidad es todo lo contrario: el Puerto Deportivo es totalmente legal, tiene licencia de Costas, que es la que da la licencia a los puertos y la del Ayuntamiento. En cambio, este consejero de Podemos nunca ha dicho nada de que su “amigo” Carlos Espino, en su época de consejero delegado de los Centros Turísticos, alquilara por más de 3.000 euros los famosos Aljibes sin darles uso durante dos años, hasta el punto que gracias a la presión de la prensa no le quedó más remedio que suspenderlo. O llama la atención que le importe mucho la legalidad y nunca haya dicho ni pío sobre el taller de la Casa de Las Cúpulas, construida por la Fundación César Manrique, y que el Supremo declaró ilegal. De hecho, no dice nada porque además de sus vínculos laborales con esta institución de la que fue empleado, muchos creen que detrás de sus obsesiones está precisamente la FCM. De hecho, hay teorías de que sus obsesiones contra todo lo que huele a ese empresario se deben a que creen que la denuncia contra la polémica casa de Las Cúpulas de la Fundación estaba el susodicho empresario, cosa que nunca le han perdonado. Lo que queremos decir es que resulta chocante que trate de evitar un contrato de unas instalaciones legales como la de Marina Rubicón y nada diga de tirar la Casa de Las Cúpulas en su vida. Si tanto le preocupa el medioambiente, estas obras de la FCM nunca se debieron hacer y, además, son ilegalizables porque se encuentran en una zona protegida del Volcán deTahíche. Pues eso, que al señor Meca se la 'refanfinfla' el dinero público (nunca se ha metido con el alquiler de los Aljibes en la época de su “amigo “ Espino ) y menos le preocupa el medio ambiente , pues nada dijo tampoco sobre la obra ilegal de la Fundación César Manrique. Todo es una impostura, una pose para tratar de perjudicar a ese empresario con el que debe tener pesadillas todas las noches.

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