La “omerté” del Plan Insular y otros documentos territoriales
Nadie habla, ni el grupo de gobierno en el Cabildo de Lanzarote, ni el Psoe, ni el PP, y tampoco la oposición, CC y Podemos. Nadie saca a relucir el tema, ni en las entrevistas, ni en los comunicados de prensa. Una “omerté” total. Parece que nadie se quiere mojar. O peor que ni la propia presidenta del Cabildo, la socialista Dolores Corujo, sabe cómo hincarle el diente. Lo cierto es que los días pasan, pasan las semanas y los meses y seguimos sin noticias del Plan Insular del Territorio o del Plan Especial de La Geria, entre otros documentos relativos al territorio. Eso sí, en campaña electoral los principales partidos políticos PSOE, CC y PP se hartaron de prometer que, entre sus principales prioridades, estaba el Plan Insular de Ordenación del Territorio y el Plan Especial de La Geria. Justificaban tal preocupación porque creían que era imprescindible para dar seguridad jurídica a los inversores, para ordenar adecuadamente los usos y, sobre todo, para adaptar la realidad del Lanzarote actual, que nada tiene que ver con la existente en 1991.
Entretenidos en vendettas
Lo cierto es que el nuevo Plan Insular tenía que estar aprobado desde la época de la socialista Manuela de Armas, sobre el 2006, que encargó la redacción de éste a un equipo multidisciplinar madrileño. También es cierto que Pedro San Ginés, con poca fortuna, siguió con el Plan del Psoe, pero ni con esas fue capaz de aprobarlo. Unas veces por la falta de agilidad y burocracia sobrevenida, pero siempre porque, por el lado socialista y otros socios de gobierno, le ponían trabas en el camino. Fue con Marcos Bergaz en el gobierno CC-PSOE cuando más se adelantó hasta que, según dicen, la dirección socialista mandó a parar porque no interesaba políticamente. Otros dicen que fue porque la Fundación César Manrique nunca ha estado interesada en que se apruebe un nuevo plan insular, ni el propio Plan Especial de La Geria. Sea como fuere, no hay más disculpas para aprobar un plan insular en el que van a figurar las grandes infraestructuras públicas, que va a liberar suelo a los ayuntamientos, que va a permitir relanzar el campo totalmente abandonado, que va a dar seguridad jurídica a los inversores y, en definitiva, va a mejorar Lanzarote. Mientras eso ocurre, aquí lo políticos han estado en sus cosas, en sus vendettas insulsas… y la isla, para atrás.