El relato de un error
La consejera no electa de Cultura, la joven Paula Corujo, se equivocó dos veces en la primera acción que adoptó nada más sentarse en el cómodo y placentero sillón cabildicio. Primero, “retirar” (vamos a olvidarnos de tildarlo de secuestro temporal) el libro “César Manrique: Teoría del paisaje,” escrito por el reconocido catedrático de Arte, Fernando Castro Borrego, bajo la excusa de que tenía que pasar una especie de ITV ideológica del grupo de gobierno. El segundo error fue en su intervención en el Pleno del Cabildo tratando de responder a las acusaciones que, tanto Podemos como Coalición Canaria, le hicieron por lo “raro” del procedimiento, intentando descalificar al autor dando a entender que había escrito el libro como “un mandado” del anterior grupo de gobierno. Doña Paula tenía que haber sido un poco más comedida al arremeter contra un catedrático de Arte de reconocido prestigio, con una amplia trayectoria docente y un crítico de arte reputado. Ademas, de haber sido “comisario” de varias exposiciones internacionales del arte canario en Viena, Washington, Tel Aviv, Caracas, Praga y Brastislava. Por si fuera poco fue durante años miembro del Patronato de la propia Fundación César Manrique, biógrafo oficial de Manrique, y ha publicado más de un centenar de artículos sobre nuestros artistas más representativos como Óscar Domínguez. En definitiva, que un poco de prudencia y pudor no le vendría mal a esta política que ha tenido la suerte de ser rescatada por Dolores Corujo.
Cuestión de fondo
Si algo quedó claro en la comparecencia de Paula Corujo (y quedaron claras muy pocas cosas) es que se paralizó y retiró “César Manrique: Teoría del paisaje” por cuestiones ideológicas. El autor ya no es bienvenido en la Fundación César Manrique, ha cuestionado, respetuosamente, la ideología “izquierdista” de César que la Institución que lleva su nombre ha tratado de impregnar al artista. Y la FCM cree que es un ataque a su Institución, muy amiga del PSOE. En el propio debate de la comparecencia de Paula Corujo salió a relucir el resquemor que una parte del PSOE tiene a ese autor, ya que consideran que se vendió por un plato de lentejas a Pedro San Ginés, dado que fue en su mandato cuando se publicó el libro. Paula Corujo lo dijo claro, que ese libro era para tratar de desprestigiar a Manrique. En el peor de los casos, el libro de Fernando cuestiona simplemente algunos aspectos de la FCM (la Iglesia) no del mesías (César). Criticar a la FCM no es criticar a César, que tampoco pasaría nada si lo criticara. Lo que pasa es que algunos quieren ser más papistas que el Papa. Lo obvio es que el libro, como ha asegurado, regresa a la librería por la presión social y porque, posiblemente, el PP su socio de pacto “recomendó” a Dolores Corujo que no era lo mejor para la imagen del Cabildo ir por ahí impidiendo la lectura de un libro. Sea como sea, corregir los errores es de sabios. Y, por cierto, se equivocó CC al levantarse del Pleno como protesta a “la falta de corrección política” de Paula Corujo. Los votantes nacionalistas le han votado para que esté en los plenos y, no para que se vayan a las primeras de cambio de los mismos. Sonó más a excusa por la expulsión de Pedro San Ginés del Pleno, por mucho que la consideremos injusta, que por las ofensas que doña Paula pudiera infligir a la bancada de CC. Algunos parece que tienen la piel muy sensible.