Donación y tonterías

Corre por las redes sociales el chiste de que la Sanidad Pública ha engañado a la Fundación Amancio Ortega (propietario de Indetex/Zara) porque en lugar de destinar los 320 millones de euros que el empresario gallego donó para el equipamiento para el diagnóstico y tratamiento del cáncer compraron aparatos para descubrir imbéciles. Y realmente hemos descubierto muchos tontos en estos días pronunciándose contra esa donación para prevenir y curar el cáncer. Sobre todo por parte de algunas asociaciones tildadas falsamente de progresistas en defensa de la Sanidad Pública quienes consideran, ”oiga”, que los hospitales no tienen que recibir limosna de los ricos. Que lo que tienen que hacer los empresarios es pagar los impuestos que les corresponden y punto. En los países más desarrollados del mundo, la donación empresarial está bien vista. Resuelve miles de problemas de los más desfavorecidos, sirve para que la ciencia avance y sobre todo para salvar vidas en el mundo. A veces el querer ser más papista que el Papa no sólo demuestra la estupidez en la que están instalados algunos sino el complejo de cierto radicalismo que, sn su afán de criticar el “capitalismo”, critican hasta lo bueno de éste.

Más Amancio Ortega

Menos mal que a las asociaciones de familiares que luchan contra el cáncer, que saben lo que hay en el día a día, no sólo les parece positiva esta donación millonaria (sólo a Canarias le corresponden 17 millones de euros) de Amancio Ortega, sino que han agradecido que ese dinero haya ido precisamente con carácter finalista para prevención y cura del cáncer. Otra de las grandes mentiras relativas a esa donación es que el empresario se ahorra dinero, que le desgravan. Realmente no es así. La realidad es que paga impuestos de esos 320 millones. Ya pudiera haber tres o cuatro empresarios del nivel de Amancio Ortega que otorguen parte de su fortuna, la segunda o tercera del mundo, que genera miles de puestos de trabajo directos, al bienestar de los ciudadanos. Ese dinero donado a la sanidad pública no debe servir (no sirve) para esconder las exigencias que desde muchos colectivos se hacen para que mejore. Todos creemos que debe mejorar, que el Estado y los gobiernos autonómicos tienen que ser más eficientes con el dinero que se destina a la Sanidad, como hay que exigir mayor compromiso a los políticos pero también a los trabajadores públicos.