Apostar por el sentido común
La decisión de la representante de Lanzarote, Dolores Corujo, en el famoso, por lo bronco, (sólo faltó llegar a las manos) Comité Federal del PSOE celebrado en Madrid el sábado 1 de octubre, fue la más acertada y lo que el sentido común dictaba. Lo contrario era apoyar una locura, un Congreso 'exprés', con unas primarias a toda prisa como aspiraba el ex-secretario general, Pedro Sánchez y, sobre todo, ahondar más la herida de la división interna del PSOE en España. Aunque algunos han querido ver en la postura de Dolores Corujo cierto oportunismo político al apoyar la tesis de Susana Díaz, lo cierto es que la secretaria general siempre ha tenido buena sintonía con la líder andaluza . Es cierto que Dolores Corujo siempre ha estado alineada con el diputado de Gran Canaria, Chano Franquis, que lidera una corriente contraria a Patricia Hernández, vicepresidenta del Gobierno de Canarias ,y al propio José Miguel Pérez, secretario general en funciones del PSOE de Canarias, pero en esta ocasión votó, dicen, con el corazón partido. No se trata de traicionar a Franquis o no, sino de votar lo mejor para este país y para el PSOE. Y es evidente que lo mejor no eran las tesis de Pedro Sánchez. Es cierto que el ex-secretario ha dejado al partido tan dividido, tan en mínimos, que cualquier decisión con respecto a dejar gobernar o no al PP es mala.
Entre lo malo y lo peor
Si finalmente el Comité Federal busca una fórmula que permita a Mariano Rajoy formar gobierno, los “sanchistas” tildarán de “vendidos” a la nueva dirección, cuando es evidente que lo que más que necesita este país es un gobierno, más allá de fobias y filias y más allá de intereses partidistas. Si al final la “nueva dirección del PSOE” vota contra Mariano Rajoy se irá abocado a terceras elecciones. Es decir, que no hay salida buena para el PSOE por la perversa estrategia de Pedro Sánchez del “no es no y que parte del no señor Rajoy no entiende” que ha llevado a los socialistas a un callejón sin salida. Y lo que es peor, ha logrado transmitir que lo sensato es lo malo para España y los intereses de los ciudadanos. Que la apuesta de la mayoría de los dirigentes a la que se ha sumado (algunos dicen que la ha dictado) gente como el líder histórico Felipe González, se vea desde las bases de la militancia como mala, como una cesión a la derecha, cuando realmente lo razonable, el sentido común, dice que un partido con 85 diputados no puede pretender gobernar y más si para ello necesita un una mezcolanza insufrible de partido: la llamada alianza Frankesteín conformada por un partido de corte populista como Podemos junto a nacionalistas e independentistas. Es evidente que quien ha llevado a un partido histórico a casi la desesperación (también desaparición) debe tener algún tipo de responsabilidad. Si ninguna de las opciones para el PSOE es buena, significa que el que lo ha llevado a esa situación sin salidas es el responsable. Con respecto a la crisis del PSOE en Canarias y en Lanzarote, ya hablaremos, pero lo único que podemos añadir de momento es que nadie tiene claro que es lo que va a pasar tras los corrimientos de fuerzas después de la dimisión de Pedro Sánchez. En principio parece que refuerza a la que ya algunas ven como secretaria general del PSOE en Canarias, Patricia Hernández. Una mujer muy cercana a Susana Díaz.