Altura de miras de Asier
El Partido Popular de Canarias ha demostrado altura de miras y sobre todo ser consecuentes con las promesas. No aprovechar unas circunstancias para sumarse al ventajismo es siempre de destacar en política . El Partido Popular, junto a Coalición Canaria y el Grupo Mixto, formado por el partido del gomero Casimiro Curbelo, presentó una propuesta de resolución en el Debate de la Nacionalidad para impedir que la reforma del sistema electoral de Canarias se haga en Madrid. El Partido Socialista y Nueva Canarias pretendían aprovechar la reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias para introducir el “cambiazo” rompiendo con la llamada triple paridad. Es decir, aumentar el poder de las islas más pobladas (Gran Canaria y Tenerife) en detrimento de las menos pobladas como Lanzarote. LANCELOT MEDIOS viajó al Parlamento de Canarias para vivir en directo el Debate de la Nacionalidad, el examen que anualmente se hace de la gestión del presidente del Gobierno de Canarias y detectamos que las fuerzas políticas, sobre todo Podemos, Nueva Canarias y PSOE, van a por todas a romper el sistema de la triple paridad. No van a parar hasta que lo consigan. Sobre todo Nueva Canarias está forzando en Madrid el apoyo a los presupuestos del Estado de su diputado a cambio de romper los equilibrios de poder en el archipiélago. A Nueva Canarias y a Podemos les va la vida en ello. Creen que donde ellos tienen el poder es en Gran Canaria , sobre todo, y se verían beneficiados con una lista regional. De ahí que entendamos que Asier Antona ha acertado y ha defendido de momento a los más desfavorecidos del archipiélago.
Ojito, PSOE
El Partido Socialistas de Canarias no lo tiene del todo claro. O mejor dicho, tienen claro en Gran Canaria y Tenerife que hay que aprovechar la coyuntura para “cargarse el sistema electoral” actual y aprobar en Madrid lo que se tendría que discutir en Canarias. Que encima eso lo proponga y defienda un partido que dice ser nacionalista como Nueva Canarias es realmente destestable. De hecho, Nueva Canarias se ha convertido en un partido insularista más. Un partido que sólo tiene representación en Gran Canaria, puesto que Gladys Acuña salió diputada por esa fuerza pero como independiente, pues no está afiliada al partido que lideran Antonio Morales y Román Rodríguez. Pero que Tenerife y Gran Canaria quieran cambiar el sistema primando el criterio poblacional en detrimento del territorial, por lo tanto obviando la realidad física del archipiélago, es hasta razonable. Ellos luchan por sus intereses, están en una posición de fuerza evidente y quieren seguir aumentando ese poderío político. Ellos creen que es razonable aumentar las diferencias de riqueza y de inversiones en favor de Gran Canaria y Tenerife. Para ellos, en el fondo, están los ciudadanos de primera clase y los de segunda. Los de primera son los que tienen servicios sanitarios de primera clase y los de segunda servicios de segunda en sanidad, educación e infraestructuras varios. El problema no es que el PSOE de Gran Canaria quiera romper la triple paridad. El problema es que Dolores Corujo o Marcos Hernández traicionen el espíritu del equilibrio territorial que tanto costó por intereses partidistas de Gran Canaria y Tenerife. Si los diputados de la islas menos pobladas se unen, nunca nadie se atreverá a cambiar el sistema electoral. A Dolores Corujo hay que decirle que darle más poder a los que más tienen sólo sirve para ensanchar las diferencias sociales (educación y sandidad) y económicas entre las islas menos pobladas y las más pobladas. Entre Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, El Hierro y La Gomera con Gran Canaria y Tenerife a favor de estas ultimas. Gladys Acuña parece que duda y Maria del Río, de Podemos Lanzarote, apuesta por ese sistema de favorecer a los que más tienen. Ya veremos lo que hace Ástrid Pérez. Ya veremos quiénes traicionan a sus votantes, porque Gladys Acuña y María del Río tenían que haber dicho claramente en la campaña electoral que ellas iban a romper el sistema electoral canario para beneficiar a las islas más pobladas. Nosotros no lo oíamos porque no lo dijeron.