Acierto de Turismo Lanzarote
Sin duda ha sido un acierto total la acción que ha realizado Turismo Lanzarote de conseguir que la Conferencia Anual de la Cooperativa de Agencias de Viajes de Alemania se haya celebrado en la isla de Lanzarote. Casi 400 agentes de viajes, gente que directamente trata a los clientes en el país teutón, conocieron las bondandes de la isla. Todavía hay una imagen en una gran parte de los 80 millones de alemanes, por ejemplo, de que en Lanzarote las playas son de arena negra, por aquello de ser una isla volcánica. De ahí que creamos un acierto que Turismo de Lanzarote haya conseguido preparar esta visita, de la que según el presidente de esa Cooperativa de Agencias de Viajes han salido gratamente sorprendidos. Un dato negativo (de ahí lo importante de esta iniciativa de Turismo Lanzarote y la Consejería de Turismo de Canarias, con María Teresa Lorenzo al frente) es que el turismo alemán se ha estancado desde hace unos años en Lanzarote. No se incrementa la llegada de turistas en términos porcentuales a otros destinos. Son algo más de 400.000 los turistas alemanes que vienen anualmente a la isla, pero podrían ser algunos más y reforzar nuestra “marca” en Alemania. El dato positivo es que de los más de dos millones y medio de turistas que visitan Canarias anualmente, el 75% lo han hecho más de una vez y uno de cada cinco ha venido más de 10 veces. Quiere esto decir que la mayoría de los turistas que vienen se van con un alto grado de satisfacción de su estancia en Lanzarote. Por eso es importante el esfuerzo que hace el Cabildo a través de Turismo de Lanzarote y de los profesionales que están al frente de ese organismo en la isla, entre ellos Héctor Fernández.
Vivir del turismo
A veces no hay una conciencia real de la importancia que tiene el turismo para Canarias y en concreto para una isla como Lanzarote, donde el 90% de nuestra actividad económica depende directa o indirectamente del turismo. Todos los demás sectores se retroalimentan de la actividad turística. Sin turismo, hoy Lanzarote sería una isla empobrecida y marginal, casi como las que podemos contemplar en esas postales turísticas del pasado que tantos “falsos progresistas” curiosa e incomprensiblemente añoran. Por eso todo lo que se haga por el turismo es poco. Tanto desde las instituciones públicas como desde las empresas turísticas y desde el ciudadano en general tenemos que aportar nuestro grano de arena para que siga funcionando y no bajar la guardia. A veces la falta de ignorancia que decía el campurrio o querer ser el elefant terrible hace que algunos se lleven las manos a la cabeza del susto cuando alegan que deberíamos de dejar de invertir en promoción turística porque los hoteles están llenos. No saben lo importante que es mantener viva la promoción, como desconocen que hay que aprovechar la bonanza para hacer más publicidad que nunca. Un dato, Coca Cola es el refresco más conocido del mundo y por supuesto el que más se consume, y aunque algunos lo ignoren es la marca que más gasta en publicidad. Otra cosa es que tengamos que aprovechar la “bonanza” para repensar la industria turística, para mejorarla y ofrecer cada vez un mejor producto que nos permita que con el mismo número de visitantes se obtenga parecidos o mejores ingresos. Pero eso no es fácil. Se consigue con la mejora de nuestras instalaciones hoteleras, la modernización de los espacios públicos, la conservación de nuestros espacios, la mejora de las ofertas complementarias (sobre todo las llamadas las de experiencias y sensaciones) y menos estúpidos diciendo tonterías. Las Islas Canarias o Lanzarote, no seamos papanatas, no podrán vivir de otra cosa que no sea el turismo y por ello hay que apostar por ser los mejores. Ese el reto. Lo otro, diversificar la economía, está bien, pero no confundamos la velocidad con el tocino. Esa diversificación será posible si funciona bien el turismo.