150 euros de multa
Nos alegramos, no podía ser de otra manera, de que finalmente la Real Federación de Fútbol de España haya sancionado con sólo 150 euros los incidentes ocurridos en el partido de play off entre la UD Lanzarote y el filial del Elche. Nadie que sienta los colores de la UD Lanzarote hubiera deseado mayor sanción económica o advertencia de cierre del campo como se temió por la repercusión mediática que tuvieron los incidentes. Como a muchos, la mayoría que amamos el deporte y que deseamos por encima de todo que gane nuestro representante, no nos agradó, ni mucho menos, ver algunas escenas deplorables en esa tarde aciaga deportivamente hablando en la Ciudad Deportiva Lanzarote. El deporte y las competiciones con mayúscula nada tiene que ver con la violencia física o verbal. Ser un buen aficionado (como a veces se confunde) no es el que más barbaridades grita, al contrario, sino el que más anima y premia a su equipo con cantos y aplausos. No queremos caer tampoco en la ingenuidad de exigir que los aficionados se comporten como meapilas y que después de gritarle al contrario vaya al confesionario a purgar sus penas, pero hay un término medio que nunca se debe propasar y por desgracia en los campos de fútbol se infringe con demasiada frecuencia aprovechando la impunidad de las masas, ya sean insultos racistas contra jugadores o agresiones de aficionados a jugadores o árbitros y/o agresiones entre futbolistas.
Advertencia y reflexión
Malo sería que de lo ocurrido en esa tarde en la Ciudad Deportiva Lanzarote no sacáramos ninguna consecuencia o no nos sirviera para reflexionar sobre si realmente se nos fueron de las manos los intentos razonables de “calentar” el partido para que la afición acudiera en masa (como ocurrió) a ese encuentro de la fase de ascenso a Segunda B. Es cierto que al final, visto fríamente, esa tarde no ocurrió nada grave. Al menos el 99% de las casi 4.000 personas que acudieron a la llamada de la UD Lanzarote mostraron un comportamiento ejemplar, ni se registró invasión del campo por parte del público. Lo de tirarle harina a los jugadores del Elche no es en sí mismo grave desde el punto de vista del daño físico ocasionado, pero si creó una situación desagradable e intimidatoria. Ni siquiera se puede justificar por el comportamiento que algunos directivos alegan del trato que tuvo la UD Lanzarote en Elche en el partido de ida. Quizá lo más grave fue la tangana originada a la entrada de los vestuarios entre los jugadores e iniciada, al parecer, por un jugador de la UD Lanzarote. Insistimos, no ocurrió nada grave pero pudo ocurrir. Y eso es lo que efectivamente tenemos que evitar. No dar a pie a que en otra ocasión se repitan situaciones que se saben como empiezan pero no como terminan. Por cierto, que el informe policial del comisario de Policía de Arrecife, Luis Mayandía, ayudó a que el “castigo” contra la UD Lanzarote fuera tan leve, cosa de la que nos alegramos. Pero igual que nos alegramos esperamos que se haya aprendido la lección. Ni una más. Por lo demás, este medio de comunicación siempre estará con la UD.Lanzarote, por los que trabajen y ayuden a que progrese en lo deportivo y como club. Lo cortes no quita lo valiente.