Es genial trabajar un elemento de gestión de la contabilidad para asesorías
Los avances en tecnología aplicada al mundo de la empresa son, en la mayor parte de los casos, un regalo para empresarios y trabajadores. La aparición de programas y software de todo tipo no hacen más que aliviar la carga de trabajo y facilitar ciertas gestiones del día a día, sobre todo en el caso de las asesorías fiscales y laborales.
Tanto es así que algunos de estos programas se han convertido en una pieza indispensable dentro de las herramientas de las compañías, como ocurre con la contratación del seguro de responsabilidad civil profesional para asesorías y otros elementos que hacen el día a día más cómodo y seguro para estos profesionales.
El impulso de la Ley Antifraude
La Ley Antifraude, que entró en vigor el pasado 9 de julio de 2021, obligará en los próximos años a todas las empresas a contar con software de gestión y contabilidad para registrar toda la actividad económica del día a día. Esta obligación incluye, por supuesto, a las asesorías y gestorías, que tendrán que instalar estos programas autorizados no solo para el registro de su propia actividad, sino también la de sus clientes.
Lejos de verlo como un problema o como un contratiempo, la mayor parte de los profesionales de este sector han celebrado esta medida, que unificará el modo de trabajo de todos los despachos profesionales y, sobre todo, permitirá que la comunicación con los clientes sea más fluida y segura.
Y es que los programas de gestión para la contabilidad no solo son calculadoras o registros informáticos, sino que están continuamente conectados con la Tesorería Pública, haciendo que procesos cotidianos como la presentación del modelo 390, del IVA, resulten mucho más rápidos.
Evitar errores con consecuencias
Los software de uso autorizado reducirán en un altísimo porcentaje los errores que los empresarios y sus asesores comenten a la hora de volcar la contabilidad. Esto es clave, porque reducirá las inspecciones y, por lo tanto, el riesgo de recibir sanciones por mala praxis a la hora de abonar impuestos, beneficiarse de subvenciones, etc.
Este es uno de los objetivos principales del Estado a la hora de lanzar esta ley, que pretende luchar además con la contabilidad B de las empresas, imponiendo unos elementos de seguimiento y control automáticos a base de codificación digital.
Pero los beneficios de estas nuevas herramientas informáticas, que ya están a pleno rendimiento en muchas empresas del país, no acaban ahí. Los software se presentan como una solución integral para el control del stock, el pago a proveedores, la gestión de la logística o incluso para recibir avisos sobre los plazos para pagar a hacienda, la presentación de impuestos o la solicitud de una nueva ayuda para el impulso tecnológico de las empresas.
Teniendo en cuenta todos los puntos a favor que tienen estos programas, y el ahorro de tiempo y la facilidad de algunas gestiones, son cada vez más las asesorías y gestorías que se adelantan a la obligación del nuevo reglamento para sumarse al futuro contable del sector profesional desde hoy mismo.