Necrológica. Reflexión de una mujer extraordinaria
Tía Marisaro
Fue una mujer Faro que con su señal luminosa guiaba y dirigía el rumbo de los suyos. Con sus ojos llenos de luz, se adentraba en la mente de ellos y aunque se han apagado, deja su huella proyectada con mucha intensidad.
Fue una mujer Dique, que con su saber hacer, servía de muro de contención ante la avalancha de acontecimientos continuos que acontecía en una familia numerosa.
Fue una Mujer Jardinera, que cultivaba, adornaba, seleccionaba, admiraba y le llenaba la belleza de la flora en general, así como el color y la forma de las flores, le servían de relax. Era el complemento ideal para una vida tan intensa.
Fue una Mujer Maestra, que no necesitó Estudios para actuar con pedagogía y sabiduría. Su inteligencia natural era fluida, acertada, didáctica y llena de lógica. Su enseñanza diaria forjó la mente de sus descendientes.
Fue una Mujer Social que llenaba todo el espacio donde se encontrara. Amiga de sus amigas. Se relacionaba con todo tipo de personas sin importarle edad o condición.
Fue muchas Mujeres en Una y se fue dejando Estelas de admiración, recuerdos, y por encima de todo... de Cariño, mucho cariño.
Rosario, cuñada canariona