Ascav reclama medidas para salvar la campaña de verano
Directiva de Ascav
Tenemos la sensación de estar montados desde hace más de un año, en una montaña rusa de altibajos y contradicciones que no parece que vaya a parar.
Conviene no olvidar que hemos vivido ya cuatro olas de contagios, que muchas familias han sufrido el drama de la pérdida de un ser querido, que otros están tratando aún de sobreponerse a las secuelas físicas de una enfermedad que no quiere abandonarlos, que miles de personas están en ERTE con un futuro incierto, que muchos han perdido definitivamente sus empleos, sus negocios e incluso sus hogares.
Y, estamos cansados, es normal, máxime cuando en el horizonte no parece haber perspectivas claras y definitivas.
ASCAV, reclama las medidas de contención del virus necesarias para no perder también una campaña de verano que nos coloque en la senda de una recuperación económica vital ante la situación sanitaria, económica, de pobreza y exclusión social que viven nuestras islas.
Hemos de tener previstas acciones de urgencia y de impacto que eviten a toda costa poner en riesgo la relativa seguridad por la que hemos trabajado responsablemente durante todo este tiempo. No nos podemos permitir una quinta ola ni experimentar más retrocesos.
Necesitamos recuperar nuestros mercados tradicionales, generar actividad, empleo y certidumbre, pero, parecemos estar nadando entre dos aguas con unos niveles de contagios diarios que apenas varían significativamente y que, no nos permiten avanzar a pesar de la intensificación de la campaña vacunal. Algo falla cuando seguimos anclados en ámbar en el semáforo internacional.
Señores políticos, es hora de coger “el toro por los cuernos”, no podemos dejar de insistir en la petición de la negatividad de las pruebas de infección activa a nuestros visitantes en puertos y aeropuertos, debemos evitar a toda costa agrupaciones superiores a 6 personas y tener previsto cómo abordar medidas de contención nocturna si así son requeridas, incluso si ello supone asumir la responsabilidad de la que nadie parece estar dispuesto a hacerse cargo, de tener que solicitar un Estado de Alarma Comunitario si la incidencia pudiera verse desbordada.
Hay que estar predispuestos a dar pasos firmes y al frente, intensificar más si cabe la vacunación, contar con más stock de vacunas, inmunizar a los trabajadores del sector turístico como personal sometido a una exposición de riesgo que generara a su vez una mayor sensación de seguridad de los establecimientos turísticos por parte de nuestros visitantes, seguir apostando por una diversificación de los mercados y productos turísticos, por los teletrabajadores, por el mercado nacional al que tan agradecido hemos de estar en tiempos convulsos, por escuchar activamente a nuestros visitantes, por escucharnos a nosotros mismos y a todos los agentes sociales.
Son muchas las cosas que ha cambiado este “maldito” virus. No las olvidemos, no nos arriesguemos, porque todavía sigue aquí y además está mutando continuamente.
Toca ser aún consecuentes, responsables y solidarios con los otros, porque esta enfermedad es global, nos pone a prueba como sociedad y nos obliga a salir “todos juntos”.