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Pinchazo de Podemos en Galicia

Gallegos y vascos apuestan por la continuidad y mantienen a Alberto Núñez Feijóo y a Íñigo Urkullu al frente de sus gobiernos

 

  • Agencias
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    Los gallegos y los vascos han apostado este domingo por la continuidad y mantendrán a Alberto Núñez Feijóo y a Íñigo Urkullu al frente de sus gobiernos, en unas elecciones en las que el voto se ha concentrado, ha reforzado a los partidos de gobierno y ha apuntalado el nacionalismo.

     

    Feijóo logra su cuarta mayoría absoluta consecutiva, la única de un gobernante autonómico, lo que incrementa su poder como el barón más fuerte del PP y vuelve a abrir el debate sobre su desembarco en la política nacional.

     

    Urkullu, por su parte, gana por tercera vez y podrá seguir gobernando con el apoyo del PSE si, como se espera, elige esa opción. Y eso conllevará, previsiblemente, que el PNV siga siendo un apoyo habitual en el Congreso para el Gobierno, que pedirá sus votos para proyectos tan importantes como el de los presupuestos.

     

    Pero además hay un tercer ganador en ambas comunidades que no tiene nombre y apellidos pero sí distintas siglas: El nacionalismo.

     

    Por su parte, El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha admitido esta noche que el espacio político de su partido ha sufrido "una derrota sin paliativos" en las elecciones gallegas y vascas y ha dicho que ahora toca hacer una "profunda autocrítica y aprender de los errores" que "sin duda" han cometido. En estos términos asume el vicepresidente segundo del Gobierno los resultados de su partido, que se ha quedado sin representación en Galicia y ha perdido cinco escaños en el País Vasco.

     

    Iglesias reconoce este fracaso en una serie de mensajes en las redes sociales en los que felicita al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y al lehendakari, Iñigo Urkullu por sus respectivas victorias y también a Bildu y el BNG por sus "históricos resultados".

     

    Además, agradece el trabajo de su militancia que se ha "dejado la piel" en estas dos campañas "muy difíciles" en las que los resultados, "evidentemente, no han sido los deseados".

     

    Y concluye este hilo admitiendo que el espacio político de Podemos ha sufrido esta "derrota sin paliativos" y que toca hacer esta "profunda autocrítica" y "aprender de los errores".

     

    Y es que el partido del vicepresidente segundo del Gobierno se ha llevado varapalo doble en esta cita con las urnas: en Galicia la coalición de Podemos con IU y Anova no ha logrado ni un escaño -cuando en 2016 las "mareas" tuvieron catorce- y en el País Vasco, donde concurre con IU también, pasa de once a seis diputados.

     

    Por su parte, el PSOE vive una noche agridulce, porque sube ligeramente -un escaño- en el País Vasco y se mantiene en Galicia, aunque ha sido "sorpassado" por el BNG.

     

     

    Además, el partido del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha logrado beneficiarse del descalabro de su socio en el Ejecutivo. Algunos analistas leen estos resultados como el desgaste propio de la coalición entre ambos partidos que les ha llevado a gobernar.

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