En Ibiza como en Lanzarote
La isla balear ha suspendido también todas las actividades comerciales, deportivas, de ocio y restauración ante el incremento de contagios
La fase cuatro de la desescalada se ha implantado también en la isla de Ibiza, con una situación epidimiológica incluso peor que Lanzarote, dado el incremento de contagios por covid 19. La medida, acordada ayer entre el Govern balear, el Consell de Ibiza y los ayuntamientos de la isla, pretende reducir de forma drástica la movilidad y las posibles aglomeraciones en un intento desesperado de frenar el avance del coronavirus .
De este modo, a las limitaciones de movilidad y agrupación de personas, se suma el cierre cierre total de bares y restaurantes, los comercios que superen los 400 metros cuadrados, a excepción de los supermercados, farmacias y los que vendan otros productos esenciales, como suministros. Todos los demás comercios tendrán que bajar la persiana a las ocho de la tarde y reducir sus aforos al 30%. Gimnasios y spas quedarán clausurados y se prohibirá el público en competiciones deportivas, indicó la consellera, que reconoció que aún quedan algunos flecos por concretar.
Sin duda estas medidas, mucho más reestricitivas que las impuestas en Lanzarote, suponen la práctica paralización de la actividad turística para la isla balear. La evolución de este territorio ha sido similar al ocurrido en Canarias, pues en días previos a Navidad mantenían niveles inferiores de rebrotes y contagios, con una incidencia de cien contagios activos por cada 100.000, mientras que en la actualidad rozan los mil contagiados.
