Una reyerta entre jóvenes marroquíes en Arrecife acaba con dos heridos
Uno de ellos sigue ingresado en el hospital mientras el agresor está detenido en la Comisaría de Policía. Se investigan las causas de la pelea
Una reyerta entre jóvenes marroquíes, uno de ellos menor edad, se vivió ayer en el centro de Arrecife. En torno a las 8 de la noche de ayer, miércoles, día 8 de mayo, entre la calle Cienfuegos, y Hermanos Zerolo, cerca del histórico Bar Guanapay de la capital de Lanzarote, se produjo una pelea entre jóvenes marroquíes, que rondaban los 20 años, y terminó con uno de ellos herido en el suelo, sangrando. Tuvo que ser trasladado de urgencias al Hospital Molina Orosa.
De momento se desconocen los motivos de la reyerta, circunstancia que investiga la Policía Nacional, que nada más tener conocimiento de la pelea se personó en el lugar, y detuvo al agresor. Al parecer vivía de okupa en una de las muchas casas abandonadas de ese barrio capitalino. La policía investiga además si un menor marroquí, que vivía de okupa en esa vivienda, también tuvo alguna relación con la reyerta. De momento este menor está en libertad.
Ayer, el agresor, también fue conducido por la policía al Hospital para curarse o tratarse unas pequeñas incisiones en la mano, producto de la pelea.
No es la primera vez que vecinos, y los pocos comerciantes que quedan en esa zona de la ciudad de Arrecife, que todavía mantienen sus tiendas y bares abiertos, se quejan de la sensación de inseguridad que viven.
Vivían de okupas
En esta zona de la capital hay muchas casas abandonadas y algunas de ellas son utilizadas por okupas, gente que vive en la marginalidad.
Se estudia si estos jóvenes marroquíes detenidos por agresión con arma blanca habían salido hace poco, o no, de los albergues de menores de la isla, o por el contrario, si han estado buscándose la vida como han podido desde que alcanzaron la costa lanzaroteña en pateras.
Fuentes cercanas a la Policía reconocen que con el paso de los años algunos de esos jóvenes inmigrantes se convierten en líderes y en torno a ellos se forman pandillas entre los menores que salen de los centros de acogida cuando alcanzan los 18 años. La policía, en general, los "hachís".
"La realidad es que estamos hablando de chiquillos de 19 o 20 años, desarraigados, algunos de ellos que ya viene "torcidos" desde Marruecos, sin estudios, y que no lo tienen fácil a la hora de integrarse", señala una fuente de Asuntos Sociales de Lanzarote. Estas mismas fuentes agregan que la mayoría de los menores marroquíes que llegan a Lanzarote tienen ganas de trabajar e incorporarse al mercado laboral. Algunos lo consiguen, pero otros, o no pueden, o se ven envueltos en pequeñas mafias del trapicheo que les promete seguridad.
Precisamente, en España es recurrente el debate de si el aumento de los actos delictivos tiene o no relación con el aumento de la inmigración irregular en las grandes ciudades, como se detecta en algunos barrios o localidades de Barcelona.