Último adiós a los gemelos Berque
Marinos y aventureros por naturaleza, recalaron en aguas de Lanzarote en muchas de sus travesías en barcos diseñados por ellos mismos
Cuando está a punto de finalizar 2024, Lancelot quiere hacer un pequeño homenaje a dos de los más grandes aventureros náuticos del último medio siglo. Enmanuel y Maximilien Berque, ambos enamorados de Lanzarote donde recalaron en muchas ocasiones. El último fallecía en agosto de este mismo año para unirse a su hermano y a su padre, ya fallecidos, Jacques Berque famoso sociólogo y antropólogo que escribió numerosos libros.
Los gemelos nacieron en 1950 en Marruecos. Ambos, frente al compromiso de su padre, fueron desde un primer momento rebeldes e inseparables y volcaron en el mar todo su afán de aventuras. Daba igual la embarcación, llegaron a viajar en barcos que hacen parecer lujosas las pateras que hoy en día llegan a nuestras costas.
Sin promoción, sin espónsor, ni ayudas económicas, sin ningún tipo de comodidad, viajaban por la aventura y por el placer de hacer cosas que nadie antes hubiera hecho.
Así, atravesaron el Atlántico con un mini-velero construido por ellos mismos, el "Micromegas", de 4 metros de eslora. Lo hicieron sin electrónica, sin radio, sin baliza, sin motor, sin balsa salvavidas, sin espónsor y sin asistencia externa. Eso fue en 1996.
En los años siguientes, se dedicaron a batir otros récords náuticos, según recoge el blog náutico Corto Maltés. El más famoso fue otra travesía del Atlántico en una piragua polinesia con balancín, construida también por ellos mismos, sin ningún instrumento, ni brújula, ni sextante, ni reloj, ni cartas, ni ningún libro.
Su vida a bordo era espartana, comían a base de gofio, latas de sardina y racionaban el agua. Dormían por turnos en una especie de cama-ataud.
Fueron muchas las veces que recalaron en Lanzarote, donde hicieron numerosos amigos. Cuando alguien les preguntaba porqué no sentaban cabeza y hacían una vida más convencional, su respuesta era siempre la misma: “Es más fuerte que nosotros”.