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Las lágrimas del campo de Lanzarote

Los agricultores, hartos de cortes de agua y promesas incumplida, lanzan un grito desesperado por la supervivencia del sector primario insular

 

  • Lancelot Digital
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    No es la primera vez, ni la segunda, que el sector agrícola de Lanzarote levanta la voz para hacerse oír. Trabajar en el campo en Lanzarote no es lo mismo que en otros lugares: aquí el trabajo es manual, físico, sacrificado y muy duro y los profesionales agrícolas necesitan ayuda, no promesas. Fruto de su trabajo, la isla presume de un paisaje único y espectacular, pero lo cierto es que a ellos se les acumulan los problemas.

     

    Entre las muchas necesidades que tienen hay una que, por ser la más básica, destaca por encima de los demás: el campo lanzaroteño necesita agua y lleva meses, por no decir más de un año, sufriendo cortes intermitentes en el suministro de agua de riego para sus plantaciones. “Así no se puede trabajar, ni sacar adelante un sector estratégico y tan relevante como es el de la agricultura”, señalan los profesionales agrarios.

     

     

    José Brito: “No pedimos limosna, pedimos agua”

     

    Uno de estos agricultores es José Brito que asegura que el principal problema que están sufriendo son, en efecto, los cortes de agua. “Lo estamos pasando francamente mal, en algunas de mis fincas llevo quince semanas sin agua consecutivas”, explica. “Al estar sin agua no hay manera de sacar las cosechas”.

     

    Brito tiene batatas, papas, calabacín, melón, sandía… “Depende de la época planto unas cosas u otras”, explica, apuntando que sin duda “la agricultura en los últimos años ha cambiado mucho en la isla y, en muchos aspectos, lo ha hecho para bien, ya que se han introducido los cultivos de regadío y se ha ampliado la variedad de productos que se pueden plantar, pero lógicamente, sin la base, que es el agua, pues no hay mejoría que valga para nada”.

     

    Hasta el momento han solicitado reuniones con el consejero de Agricultura del Cabildo de Lanzarote, “que nos ha atendido, y con la presidenta del Cabildo, que no hace más que darnos largas”, señala. “Todo es un tirarse la pelota unos a otros. La semana pasada nos reunimos con los responsables de Canal Gestión para ver cómo estaba la situación y ellos aseguran que el verdadero problema no es de ellos, sino que desde el Cabildo no se han hecho las inversiones que había previstas en cuanto a canalizaciones, nuevas estructuras, etcétera”, señala. “Nos dicen que están trabajando con unas infraestructuras que tienen más de 25 años y están haciendo, lo que pueden, aunque nos dicen que están dispuestos a colaborar, pero le piden al Cabildo que haga las inversiones pertinentes”.

     

    Brito no anda con medias tintas. Nadie quiere estar en el campo porque no es nada agradecido y ahora, asegura que aún menos. “Con lo duro que es el campo y encima las nuevas generaciones ven los problemas que tenemos con el agua, pues lo normal es que ni se lo planteen. ¿Quién emprende una aventura así… si no tenemos ni agua? No pedimos limosna, pedimos algo que es necesario”.

     

    Sotero Martín: “Sin agua no se puede hablar de agricultura”

     

    Por su parte, Sotero Martín, otro agricultor de la isla, muestra también su indignación. Tiene terrenos en Soo y en la zona del monte, en los que tiene plantadas papas, batata, calabaza, sandía… un trabajo arduo y duro que se ve truncado por la falta de agua. “Tenemos un problema muy grande, enorme, es que, sin agua, hablar de agricultura es una bobería porque el trabajo que hacemos no sirve para nada”, señala. “Hace más de quince días que no recibo agua con fundamento. Ahora mismo nos están dando agua, dos días sí y dos, no, y claro así es que no hay manera. Cuando mandan tiene poca presión y no se puede ni regar. Eso cuando no hay una avería y te cortan el suministro, o la bomba se rompe y no está bombeando, un día se les olvidó abrir la llave de paso… es que siempre hay problemas. Todos los días hay problemas y así no hay manera. Perdemos las cosechas y las que salen adelante, lo hacen muy mermadas”, explica. “Ahora mismo estoy recogiendo las papas y esas papas han pasado sed, cuando necesitaban agua no la tuvieron, así que se ha quedado en la mitad de kilos que tendría que haber recogido”.

     

    Sotero entiende que la gente no quiera dedicarse al campo. “La agricultura, ya de por sí, es complicada porque tiene muchas cosas que no están al alcance de uno, las condiciones meteorológicas, el viento, la calima… si encima no tenemos agua… no sé cómo después se les puede llenar la boca a los políticos hablando de la necesidad de ayudar al sector primario, del relevo generacional… pero, ¿quién se va a meter en el campo así, de esta manera? Hay que estar loco”.

     

    Para él la culpa es de los gestores insulares. “Ellos nos dicen que Canal Gestión, pero Canal Gestión lo pusieron ellos los políticos, que lo quiten. Ellos son los que tienen que resolver este problema, yo no voté a Canal Gestión cuando me levanté el domingo a votar, los voté a ellos”, señala.

     

    Manuel Suárez: “La agricultura la gestionan políticos que no saben nada del campo”

     

    También Manuel Suárez, otro agricultor de la isla, habla de la actual situación del campo. “Los principales problemas que arrastra el sector Primario en la isla son políticos”, afirma. “Las personas que llevan las áreas de Agricultura y Ganadería no saben nada del campo, no entienden el sector, y tampoco se dejan asesorar por los que sí sabemos de esto. No pueden hacer nada bueno porque no saben cómo hacerlo. Y no hablo de este año o el pasado, llevamos muchos años en que no hacemos más que empeorar. Los políticos venden su historia a los medios de comunicación, a los que también hecho un poco la culpa porque no acuden a los agricultores tanto como deberían y somos los que sabemos los problemas del campo, y se quedan tranquilos, pero no resuelven nada

     

    Suarez asegura que “agua sí que hay, lo que no hay son redes porque están en un estado lamentable y las pérdidas económicas son tan grandes que se ven obligados a cortar. Canal Gestión tiene unas pérdidas de agua de más del 50 por ciento, así que no pueden mantener las redes llenas porque aún perderían más agua”, señala. “Dan un poco de agua y cierran. Si esas redes no se reparan o renuevan, pues pasa lo que está pasando”.

     

    Él reconoce que no sufre tanto el problema porque, viendo la situación, construyó depósitos de agua para tener siempre reservas y no quedarse nunca sin agua. “Pero claro, no todo el mundo ha invertido en hacer infraestructuras y si no hay agua, se quedan sin agua”, apunta. “Para mí el principal problema está en la comercialización. Nosotros necesitamos un mercado de abastos como tienen todas las ciudades para poder vender nuestros productos sin intermediarios”, señala. “La gente compra calabacines a 1’50 o 2 euros y a nosotros nos lo están pagando a veinte céntimos”.

     

    Y no solo eso, además se enfrentan a los productos importados. Explica que las grandes superficies prefieren comprar productos de fuera de la isla más baratos. “El año pasado metieron en Canarias papas de Turquía tiradas de precio y nuestras papas, muertas de risa”, señala, asegurando que antes, cuando no había grandes superficies, eso no les pasaba. “Necesitamos un mercado de abastos porque los mercados agrícolas, un día a la semana, no nos resuelve nada”.

     

     

    Domingo Peraza: “Los problemas no se solucionan y la gente se aburre del campo”

     

    No es un problema que afecte a uno o dos agricultores de la isla, les afecta a todos, sobre todo a los que se dedican a la agricultura de manera profesional. Domingo Peraza, más conocido como Noly, no oculta su indignación con el tema del agua. “Lanzarote es como es, y eso que este año hemos tenido unos meses con muy buena pluviometría, pero después no ha vuelto a llover y sin agua, no agricultura, claro está”, señala. “La red de riego de la isla no abarca todo el área insular, y por si fuera poco, los cortes que estamos sufriendo son terribles. Una semana sin llegar en agua, cuando llega lo hace por la noche y el agricultor no está en la finca para poder aprovecharla… un despropósito”.

     

    Noly explica que se han reunido con todas las autoridades y “todos nos cuentan que esto depende de una empresa privada que lleva la gestión del agua y que hay mucha burocracia, nos dicen que, en nuestra zona de Los Valles el problema era una nueva línea que iba a salir de Maneje a Guatiza y no nos podían dar contadores de agua agrícola porque no había suficiente caudal de agua para atender al sector primario y a la población”, señala. “Se supone que ese proyecto se va a empezar a hacer y que en un año o dos, volveremos a tener un servicio digno, pero van pasando los años y la gente se va aburriendo del campo”.

     

    Cuenta que, en el caso de la cosecha de papas, aunque se pudo aprovechar el agua de lluvia, ahora mismo exige riego y, aunque el Ayuntamiento de Teguise ha dado una serie de ayudas, cada cuba de agua “nos sale por 100 euros y es un gasto excesivo que luego no se valora a la hora de la venta del producto”, explica, apuntando que se trata de ir buscando como reducir los costes, pero no siempre es fácil. “Nuestra agricultura es totalmente manual, con un desgaste físico mucho mayor y unas cosechas mucho más reducidas, porque en esta isla no se pueden meter tractores, no podemos competir con papas que nos llegan de otros lugares, de menor calidad y que compiten con las nuestras. Necesitamos que apoyen nuestros productos, que se potencien prioritariamente y después ya que compren de otros lados”.

     

    Algo que resulta muy lógico si la intención es lograr que el sector primario de la isla y el paisaje que su trabajo otorga a la tierra, sobreviva. Necesitan ayuda real, hechos y no solo promesas y buenas palabras.

     

     Cada vez menos productos de secano

     

    La superficie cultivada de productos de secano, como las papas se ha ido reduciendo en los últimos años hasta quedarse en la mitad. Según un informe estadístico de la Dirección General de Agricultura de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca, el mapa de cultivos de Lanzarote ha cambiado notablemente en los últimos años. En el mencionado caso de las papas, ha pasado de 109,88 hectáreas cultivadas en 2014 a 53,22 en 2020, lo que supone una diferencia de -56,6 hectáreas.

     

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