Lanzarote vuelve a reclamar la ampliación de la pista de Guacimeta, uno de los aeropuertos más rentables de España y con menos inversión

La Cámara de Comercio recuerda que se trata de uno de los aeródromos con más tráfico pero que tiene una pista que data de 1946 y que se ha quedado obsoleta y limitada

Las instituciones de la isla y los representantes empresariales se han vuelto a unir para defender la necesidad urgente de prolongar la pista del Aeropuerto de Lanzarote. Se trata de una vieja reivindicación para la mejora de las infraestructuras, que se consideran obsoletas y limitadas en función del tráfico de pasajeros y mercancías que maneja Guacimeta.

Tal y como se aprecia en el cuadro que ilustra la noticia y que ha elaborado la Cámara de Comercio, el aeródromo lanzaroteño, a pesar de ser uno de los más rentables de España, con 37 millones de beneficios entre 2009 y 2013, sólo se lleva el 9% de inversiones de Canarias, con apenas 65 millones de los 730 millones de euros invertidos en estos cinco años.

La isla vuelve a reclamar que se contemple la ampliación de la pista en el Plan Director de Infraestructuras, pendiente de aprobación desde el año 2008. Los motivos son numerosos. Entre ellos, la citada rentabilidad de Guacimeta, pues es uno de los únicos diez aeropuertos que arroja beneficios del país.

Además, el aeródromo conejero ocupa el octavo o noveno lugar (según temporada y año) en la lista española con más tráfico A pesar de ello, Guacimeta cuenta con una pista que data de 1946 y 2.400 metros que se ha quedado obsoleta y limitada.

Esta pista, por su longitud y los obstáculos naturales que representan las montañas inmediatamente después del despegue, limita la carga de pasajeros, mercancía y combustible. Esto obliga a las aeronaves a hacer escalas y dificulta la operatividad.

Por este motivo, se frena la exportación de productos. Hay momentos en que la limitación de la pista impide cargar la mercancía fresca que se exporta con los consiguientes perjuicios económicos para la industria de productos frescos como es el caso del pescado.

 Todo ello provoca que se pierda competitividad frente a otros destinos, ya que los precios se encarecen. Además, desde el punto de vista medioambiental una pista corta implica más consumo de queroseno porque la potencia con la que tiene que despegar el avión es mayor; lo mismo sucede en el aterrizaje.

Los empresarios y los políticos recuerdan que si no se incluye ahora la propuesta en el Plan Director habrá que esperar otros 20 años para poder volver a poner este asunto sobre la mesa. Dos décadas que se sumarán a los 16 años que la isla lleva ya pidiendo esta mejora.