Lanzarote: un año de pandemia
La isla espera, 365 días después de que el coronavirus llegara para quedarse, que al llegar el verano el 70 por ciento de su población esté vacunada
Nada hacía presagiar a principios del 2020 lo que Lanzarote y el resto del mundo iba a vivir. Una epidemia de un coronavirus llegaba desde la provincia china de Wuhan se extendía por todo el planeta hace exactamente un año y el gobierno español decidía confinar a la población. En un principio se creía que por dos semanas que finalmente serían casi 100 días.
Inicialmente fue el pánico y el asalto a los supermercados, donde las estanterías de productos como papel higiénico, agua y determinados alimentos quedaban completamente desabastecidas.
Lo primero en cerrar fueron los colegios, pero luego cualquier actividad no básica vería cerradas sus puertas y por tanto su actividad.
En la primera ola en Lanzarote, los casos fueron relativamente pocos, pero la población aplaudió la labor de unos sanitarios mal dotados de equipamiento para luchar contra una pandemia terrorífica.
Con la gente en sus casas, medios de comunicación como Lancelot Televisión salía a la calle con sus cámaras para mostrar a los vecinos el vacío en las calles y la sensación post apocalíptica que se mostraban en imágenes como éstas.
Lanzarote quizás haya sido el lugar de todo el territorio nacional más castigado económicamente. El cierre de hoteles, y por tanto la falta de turistas, paralizaba la sociedad y se convertía en la isla más castigada proporcionamente, sobre todo en materia de empleo, viendo como más de la mitad de su población activa no trabaja, al estar en el paro o en Ertes.
365 días después de la declaración del estado de alarma, España y por tanto Canarias y Lanzarote han asumido como las que más las normas sanitarias como mascarillas, distancias e higiene y las restrictivas, siendo la isla que más tiempo ha tenido las limitaciones de la fase 4. Ahora, se ha vuelto a número casi inexistentes de casos de covid y se espera que el ritmo de vacunación se acelere para tratar de llegar al verano con más del 70 por ciento de la población vacunada.