El Cabildo intentará convencer al Obispado de Canarias del interés de que se sigan celebrando bodas de extranjeros
“Es mucho el dinero que queda en la isla de manera directa y mucha la carga promocional del destino que tienen este tipo de eventos”, afirma Pedro San Ginés, que se reunirá el martes con las patronales turísticas y las empresas afectadas
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El anuncio del Obispado de Canarias de que dejará de celebrar bodas de extranjeros en las islas el próximo año ha preocupado no sólo a las patronales y a las empresas del sector, sino también al Cabildo. El presidente en funciones, Pedro San Ginés, quiere solucionar este problema e intentar convencer de que estas ceremonias son muy beneficiosas para Lanzarote.
“Trataremos en una reunión que tenemos el martes con las patronales turísticas y las empresas afectadas, aquí en el Cabildo, de establecer una estrategia con la que convencer, porque no se puede obligar al Obispado, del interés que tiene no sólo el evento festivo, sino la celebración por el rito católico de las bodas en Canarias”, explica.
San Ginés resalta la importancia económica y turística que tienen estas bodas para Lanzarote. “Es mucho el dinero que queda en la isla de manera directa y mucha la carga promocional del destino que tienen este tipo de eventos porque toda boda históricamente deja un recuerdo y una proyección donde quiera que se celebre, más si se celebra fuera de su tierra, como es el caso de los extranjeros que se casan en Lanzarote o en Canarias. Insisto, este es un problema que creo que debe ser analizado al más alto nivel por el Gobierno de Canarias”, apunta.
Los párrocos aducen que no tienen tiempo para oficiar tantas bodas y que quieren limitarse a las de las personas residentes en la isla, algo que sería muy perjudicial para el turismo conejero.