Ástrid Pérez: “Los diputados de CC y PSOE de Lanzarote niegan el desarrollo de los sectores ganaderos y agrícolas”
Ambos partidos rechazan una enmienda del PP que pedía una partida adicional para el POSEI de 15 millones de euros
Lancelot Digital
Los diputados de CC y PSOE de Lanzarote, pertenecientes a los grupos políticos que apoyan al Gobierno de Canarias, han rechazado hoy en pleno del Parlamento de Canarias el destinar una dotación de 15 millones de euros para los sectores ganaderos y agrícolas.
La diputada regional del PP de Lanzarote, Ástrid Pérez, indica que se pone de manifiesto que “los diputados de CC y PSOE están en contra del desarrollo de los sectores agrícola y ganadero de la isla, haciendo caso omiso de las constantes demandas del colectivo, sobre todo de los sectores del tomate, viticultor y ganadero”.
La enmienda del Grupo Popular proponía al Gobierno regional incrementar con una partida adicional el montante de la ayuda de Estado del Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (POSEI), destinado a las zonas ultraperiféricas de la Unión Europea (UE), aportado por la comunidad autónoma. Para ello, se contemplaba realizar una baja de la Agencia Tributaria Canaria.
El Grupo Popular defendió que el incremento de las ayudas beneficiaría tanto al sector ganadero y también a los subsectores tomatero y vitivinícola.
Así, como el ovino y el caprino canario, único de la agricultura y ganadería presente en las siete islas del Archipiélago, donde se sostienen decenas de miles de empleo y exporta una excelente imagen de Canarias hacia el exterior.
Ástrid Pérez destaca también que este tipo de ayudas resulta imprescindible para garantizar la necesaria diversificación de la economía canaria, el mantenimiento de las poblaciones en el medio rural y el equilibrio territorial.
Los productores de las islas atraviesan desde 2009 una crisis sin precedentes, que en el caso del subsector ganadero se agrava debido al fuerte incremento del coste de insumos para la alimentación animal a lo que se suman los costes añadidos que genera a islas periféricas como Lanzarote o Fuerteventura la “doble insularidad”.
