Éxito Absoluto en los “Encuentros Atlánticos” del restaurante Isla de Lobos, hotel Princesa Yaiza
Gonzalo Calzadilla, Chef del restaurante Isla de Lobos y Pedro Nel, Chef del restaurante Santacrucero Etéreo, triunfaron a ambos lados del Atlántico
El restaurante Isla de Lobos ( un Sol Repsol), ha celebrado los pasados días 16, 17 y 18 de septiembre unas jornadas gastronómicas, a las que se les ha dado el nombre de “Encuentros Atlánticos”. A esta primera jornada, le seguirán en el transcurso del año, nuevas jornadas. El chef ejecutivo, Gonzalo Calzadilla, invitará a otros importantes chefs. Compartirán cocina, sala y unas maravillosas vistas a Fuerteventura y al Océano Atlántico, desde el restaurante Isla de Lobos.
En este primer encuentro, el invitado ha sido el chef colombiano de nacimiento y tinerfeño de adopción, Pedro Nel, uno de los cocineros que está sorprendido a todos con su consistente propuesta en los últimos años, en la capital de la Isla de Tenerife. En febrero de 2022, su restaurante “Etéreo”, ha sido reconocido con un Sol Repsol en la prestigiosa Guía gastronómica del mismo nombre.
Nel con más de 30 años de experiencia tras los fogones en diferentes islas, demostró en esta ocasión su experiencia y dominio adquirido sobre la cocina canaria y la culinaria de su país, una gastronomía que demuestra la sensibilidad del chef en identificar sabores y texturas que transmitan a sus comensales sensaciones similares y proporcionarles un nexo de unión. Una cocina mestiza que navega y se desenvuelve entre lo tradicional y lo moderno, lo canario y lo latino.”, entre dos orillas del Atlántico.
Su menú nos trajo como entrante un “Caldo de gallina, hierbas de Azotea y Pandebono”, simple y deleitoso. Sobre una vieira llega un “Encocado de Cangrejo de profundidad y Chontaduro”, basado en un plato de Cartagena de Indias, donde el cangrejo se mezcla generosamente con el coco reducido y chontaduro, que es el fruto de la palma, con lo que se hacen las Marimbas en Colombia; un gran plato lleno de matices y potentes sabores. Después nos sorprendió con un “Ravioli de Morcillo Negro y Queso curado de Lanzarote”, una elaboración de mucho tiempo con hierbas y especias; le acompaña una salsa de su propio jugo y el portentoso queso de pasta de la Finca de Uga, Don Nicolás, una carne muy jugosa, compleja de sabores, rica y aromática. Nel volvió sobre sus pasos con una “Patarashca de Lubina y Yuca”, un plato procedente de la Amazonia Colombiana, un plato que lo hacen con pirañas, yuca, hierbas y una salsa con tomate, cebolla, cilantro, comino y yuca; espléndido. El último plato del maestro Nel, “Chicharrón Glaseado con Panela y Tamarindo”, caramelizado, crujiente y acompañado por su ceniza y una zanahoria antigua, bocado perfecto como broche de un portentoso menú.
Gonzalo Calzadilla, galardonado en 2019 como “Mejor Cocinero de Canarias 2019”, lleva cinco años al frente de las cocinas del Isla de Lobos. En este tiempo su máxima ha sido poner en valor los productos locales, defender la riqueza que aporta nuestro mar y nuestra tierra a la singular gastronomía de Lanzarote. Esto se deja ver claramente en los platos que ha elegido para combinar con los del chef colombiano, presentando preparaciones muy apegadas y próximas al territorio.
Comenzó con una “Royal de cebolla y su caramelo”, producto que durante años mantuvo una producción lo suficientemente importante para exportarse a otras islas, con un ligero aporte de millo, sabrosa. Siguió con una versión muy personal del “Sancocho Canario”, puntos de mayonesa de mojo rojo, helado de papa de Lanzarote con liofilizado de mojo, chip de papa, alga nori y guacamole, realmente extraordinario. La papa se significa por si misma en el menú como “Papas a la Importancia”., con una sutil emulsión de plancton y pescado con espuma de azafranillo. A continuación, “Caldo de pescado con Vieja soasada y Azafranillo Canario”, presentado con una galleta realizada con las mismas escamas de la vieja, sorprendente a la vez que delicioso. Los postres corrieron a cargo del Chef residente, Calzadilla. “Plátano con chocolate, servido con un cóctel Tajogaite (brandy, licor de cacao, batido de chocolate, nata y nuez tostada). Carro de queso de Finca de Uga y Petit Four de mantecado de gofio”.
Sin vinos es difícil imaginarse la gastronomía. El maridaje de vinos fue un interesante ejercicio del sumiller, ya que en algunos platos se apreciaba una cierta afinidad con la comida y en otros creaba la armonía por el contraste centre gustos diferentes.
Los platos de ambos chefs se fueron simultaneando uno a uno durante todo el menú. Dos grandes menús dos grandes chefs, que se complementaron a la perfección. Sobresaliente trabajo de ambos, dos estilos con un solo hilo conductor, la pasión por la cocina y la gastronomía. Inundaron el restaurante de intensos aromas y primorosas elaboraciones para una noche perfecta, en un entorno fabuloso. Llegaron y vencieron. Veni, Vidi Vinci.