El restaurante Qué Muac dispondrá de aire acondicionado ecológico
Ya han dado comienzo los trabajos para la instalación de un sistema de refrigeración que se alimentará de energía procedente del calor acumulado en el subsuelo
El restaurante Qué Muac, ubicado en el Castillo de San José, contará próximamente con un nuevo sistema de refrigeración con menor impacto visual y alimentado por energía renovable procedente del mar, que sustituirá al que estaba en funcionamiento, deteriorado y obsoleto al tratarse de equipamiento que data de la década de los ochenta del pasado siglo.
Este nuevo equipamiento no afectará, en ningún caso, a la estética interior del restaurante y las cocinas, mientras que, en el exterior, en la cubierta de la fortaleza, dispondrá de difusores más pequeños que se pintarán de negro para reducir el impacto visual. Además, los climatizadores actuales serán sustituidos por otros más estrechos y bajos para disminuir los ruidos y mejorar la eficiencia y el confort, y las dos enfriadoras del patio serán reemplazadas por una de última tecnología de doble circuito.
Durante la jornada de ayer daban comienzo los trabajos de instalación de este nuevo equipamiento, una vez cumplimentado el expediente de adjudicación y realizados durante el verano los sondeos pertinentes asociados al aprovechamiento de la energía geotérmica de baja entalpía que alimentará el sistema, esta es, la que procede del calor acumulado y mantenido a entre 10 y 20 metros de profundidad. La energía geotérmica de baja entalpía funciona como una bomba de calor pero, en lugar de intercambiar calor con la atmósfera, lo hace con el agua del mar. La principal ventaja de este sistema radica en que el agua freática mantiene una temperatura más constante a poca profundidad durante todo el año, lo que permite un intercambio más eficiente de calor y por tanto, un menor consumo de energía.
La obra, que cuenta con todos los permisos pertinentes, incluye también la realización de los dos pozos geotérmicos que llegan a nivel freático desde los que se extraerá y verterá el agua del mar empleada.
La cubierta del Castillo
De otro lado, el proyecto contempla la reintegración de la cubierta de la fortaleza a su estado original con rofe y piedra volcánica, lo que favorecía la sensación de que los jardines se extendían hacia el techo del restaurante.
Efectivamente, la obra contempla reparar la formación de pendientes y la impermeabilización de la cubierta que, originalmente tenía una capa de rofe y piedras aleatorias. Estos elementos, sin embargo, fueron retirados en la década de los ochenta del pasado siglo porque favorecían la aparición de humedades en el forjado y deterioraban los conductos del aire.
Lo que propone la intervención iniciada es retirar los antiguos conductos del aire y la impermeabilización en la zonas necesarias y proceder a la formación de pendientes para sanear la cubierta y asegurar una adecuada evacuación del agua. Finalmente, el techo se impermeabilizará con mortero, fibra de vidrio y pintura para volver a colocar la capa de rofe y las piedras aleatorias que tanto caracterizaron su imagen original.
El consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, Echedey Eugenio, se congratula de la puesta en marcha de un proyecto que "recupera la imagen externa original de una de las estructuras arquitectónicas más simbólicas del archipiélago desde la que se podrá disfrutar, en unos meses, de las mejores vistas de la bahía de Arrecife en un restaurante más confortable, limpio, eficiente y sostenible con el planeta".
El presupuesto de la obra asciende a 88.236,74 euros con cargo a los Fondos de Desarrollo del Gobierno de Canarias, y el plazo de ejecución previsto es de seis meses.