Lanzarote 2017, el auge de la innovación y la tecnología
El sector turístico está viviendo una etapa de estabilidad y crecimiento desde hace unos años en Canarias, en general, y en Lanzarote en particular. Una época de calma tras años de turbulencias e incertidumbres provocadas por una crisis económica que parecía interminable. Los responsables insulares del sector están aprovechando el buen momento económico para invertir en la isla e incrementar y potenciar sus cualidades naturales. Sin dejar de lado el cuidado de las playas, el paisaje, la mejora de las infraestructuras y la oferta de ocio, los nuevos tiempos marcan nuevas formas de trabajar.
La tecnología y la innovación han resultado ser dos piezas claves en esta carrera de fondo, en la que una de las bazas ganadoras es la información. En efecto, a estas alturas del siglo XXI la información es clave, y es la esencia del llamado Turismo 4.0 por el que apuesta claramente Lanzarote.
Ya no se trata sólo de contar con buenas infraestructuras, magníficas playas, restaurantes, hoteles y una excelente oferta de ocio y actividades, se trata de saber qué necesita, quiere o desea el turista en cada momento. Cuál es el secreto para conseguir que sus vacaciones no sólo sean buenas, sino inolvidables. Para lograr que esté deseando volver nada más marcharse. Para saber cuáles son sus demandas y necesidades, la clave son las nuevas tecnologías que permiten conocer, a través de las redes sociales, los gustos, las costumbres y hábitos de cada visitante, y así poder ofertarle cada día lo que se considere más apropiado: las playas familiares para quienes viajen con familia, las mejores costas para hacer surf si lo que le gusta es el deporte, las obras de teatro, conciertos o carreras deportivas más entretenidas... Información significa poder, y Lanzarote ha sabido entender la nueva dinámica a la perfección y aplicarla a adecuados sistemas inteligentes que agilizan dichos trámites. El cliente es advertido a través de su móvil de qué puede hacer cada día que pase en la isla, y su tiempo de disfrute se incrementa.
En este nuevo y cambiante panorama, siguen teniendo un peso enorme los clubes de producto, ya que los turistas se han convertido en consumidores diferenciados y exigentes, y el Turismo insular ha sabido adaptarse también a estas necesidades. La gastronomía insular, más cuidada cada día, da buena fe de ello, pero también la oferta deportiva, cultural, de ocio y de naturaleza y aventura. Diferentes aristas que parten de un mismo núcleo común y que consiguen elevar aún más la calidad de Lanzarote como destino.
En este sentido, una de las apuestas más impresionantes y novedosas es, sin lugar a dudas, el Museo Submarino de Lanzarote, que el pasado mes de diciembre quedaba ultimado al sumergirse las últimas esculturas. El Museo define a la perfección el nuevo rumbo del sector, orientado a cubrir todas las expectativas. La idea del museo, original y única en España, atrae a un turismo muy especializado que se desplaza desde diferentes partes del planeta a la isla solo para poder bucear entre las esculturas de Jason DeCaires.
Todo esto, y mucho más, se mostrará este mes en Fitur 2017, un encuentro con los profesionales del sector que se ha convertido en un escaparate fundamental e imprescindible para todo destino turístico que pretenda seguir creciendo, impulsando su conectividad y logrando una mayor diversificación de la demanda. Lanzarote avanza en la senda adecuada y se dirige a la meta correcta, ahora la dificultad reside en poder mantener el ritmo.
