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La Geria sigue atascada: increíble pero cierto

 

Una vez más se demuestra que los intereses partidistas vuelven a estar por encima de los intereses generales de la isla. Las políticas demagogas y populistas, que en definitiva se han quedado rancias, ya no tienen cabida en el nuevo modelo de política y sociedad que buscan los ciudadanos y este tipo de actitudes que se empeñan en no abandonar muchos partidos, en vez de acercar a la población a la clase política, la siguen alejando cada vez más.

 

Un ejemplo de todo ello no sólo lo hemos tenido en el espectáculo electoralista que se ha montado en torno a la aprobación de los presupuestos del Cabildo, sino también en algo que ha pasado más desapercibido en medio del ruido político que se desencadenó en el mismo pleno y que atañe uno de nuestros valores más emblemáticos de la isla de Lanzarote como es la zona de La Geria. Lo todavía a estas alturas increíble es que representantes de las diferentes formaciones políticas, las mismas que hace unos meses ya habían votado a favor, fueran capaces ahora de desdecirse y dejar sobre la mesa la modificación puntual del Plan Especial de La Geria. Se trata de un asunto de importancia crucial para el futuro de uno de los territorios estratégicos de Lanzarote, que necesita que se le dote con urgencia de seguridad jurídica y sobre el que debe recaer una normativa que dé respuesta y encaje a la realidad de una zona que si no hubiera sido por la intervención de la mano del hombre, en un ejemplo exquisito de sostenibilidad, todo lo que ofrecería para beneficio de agricultores y disfrute de los turistas sería un erial sin cultivar abandonado a su suerte.

 

Pero la realidad es que los mismos partidos que ya habían aprobado dicha modificación, traían de antemano urdida su estrategia electoralista y volvieron a sacrificar el interés general de la isla por sus intereses partidistas. No se trata sólo de reprobar y desechar actitudes de este tipo en la política conejera, sino que lo que no se comprende es que partidos que tratan de vender ante la opinión pública su defensa por el sector primario, que tratan de hacernos creer que es posible la intervención humana y la generación de actividad económica sostenible y respetuosa con el medio ambiente, de desmarquen ahora impidiendo una vez más que salga adelante un instrumento normativo que permita atender las necesidades reales de La Geria. ¿O es que acaso hay algún paisaje en toda Canarias donde la mano del hombre ha sido precisamente la que ha impedido que el territorio se degenerase? Basta recordar el tiempo en que el paisaje protegido de La Geria estuvo abandonado y que ha sido precisamente en los últimos años, cuando la actividad de los viticultores y de las bodegas ha sido la que propiciado su recuperación y le ha dotado de verdadero valor.

 

Falta mucha altura de miras y las buenas palabras se quedan huecas cuando hay que demostrar con hechos lo que queremos de verdad para Lanzarote. ¡Más de 20 años han pasado para sacar adelante un Plan Especial que aún sigue sin ver definitivamente la luz!. Aunque visto lo visto, parece difícil, ante este panorama sólo queda confiar en que entre nuestros representantes políticos cale la sensatez e impere la cordura. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y que imposible no hay nada.

 

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