Luis Suárez Gómez, dibujante de cómic y creador de animación

Entrevista de Noé Ramón

“En mi último cómic, los dioses guanches se convierten en superhéroes clásicos”

“El uso de una IA en el cartel del Carnaval de Los Llanos de Aridane me parece vergonzoso, no lo acabo de entender”

“En comparación, el mundo de la animación en Canarias está mejor, pero con matices, sobretodo porque el del cómic es muy complicado”

Noé Ramón

Incluso antes de acabar la carrera de Bellas Artes, Luis Suárez ya había comenzado a trabajar en el mundo audiovisual gracias al auge que está viviendo en Canarias este sector, lo que le permitió participar en la primera película en 3D que se hizo en las Islas. Pese a su juventud, ya ha se ha involucrado en varias series que han sido emitidas en plataformas de implantación internacional cuya elaboración básicamente se situó en el Archipiélago. Siempre ha trabajado con distintas productoras y, prueba de ello es que, su último largometraje llamado Norbert, también de animación lo hizo con una compañía de Madrid. De forma paralela, cultiva el cómic, medio que le apasiona y de hecho es autor de una curiosa publicación sobre el teleférico del Teide.

         -La verdad es que la acabé hace algunos meses y ya es posible adquirirla en el centro de Visitantes del Teide y también se puede ver un pequeño video en el que se resume el contenido del cómic. Es una animación sencilla que dura unos tres minutos y que cuenta la misma historia que el cómic, pero con animación y música.

         -¿Te encargaron la publicación por coincidir con algún tipo de aniversario?

         -No, es una propuesta que los responsables de la empresa que lleva el teleférico me hicieron para darle un impulso a esta atracción y que sirviera como columna vertebral de todas las demás actividades que van a hacer dentro del mismo programa.

         -¿Y cómo explicarías el contenido del cómic?

         -A través de varios personajes se habla, sobre vulcanología, tradiciones y costumbres de los guanches, su mitología… Todo contado al estilo de los superhéroes clásicos de toda la vida, sólo que aquí ese papel lo ocupan los dioses guanches de una manera fantástica y divulgativa.

         -¿Entonces sólo se puede adquirir en el Centro?

         -La intención es sacarlo a la calle y a las tiendas, pero por ahora sólo está en el Centro de Visitantes. Es algo que tampoco puedo concretar mucho porque yo me he encargado exclusivamente del dibujo, luego estuvo María Mengual como guionista y el diseñador gráfico Javier Martínez. También se han hecho unas camisetas y merchandising variado con los personajes del cómic, pero no podría decir ni número ni cuánto cuestan.

         -¿Supongo que ya habrán comprobado la aceptación que ha tenido?

         -Eso sí, por ahora está gustando mucho y la aceptación es muy buena. Hay prevista alguna que otra colaboración en el futuro, aunque todavía no han nada concretado. La idea es ir ampliando el proyecto poco a poco para crear algo más grande.

         -¿De resto, cómo explicarías cuál es la manera de sobrevivir en este mundo?

         -En mi caso, he tenido suerte y he podido compaginar la animación y los cómics, a través de lo que llamamos una especie de freelance. En diciembre acabé una película, Norbet, y ya estamos en la producción de otra nueva de la que no puedo decir nada porque acabo de firmar el acuerdo de confidencialidad. Sólo que es en 3D  y es para todos los públicos. Estamos en lo que llamamos la fase de preproducción, que es cuando se definen los personajes y la trama.

         -¿En cuántas películas has participado hasta ahora?

         -En tres y luego están las series de animación, pero no podría decir el número  exacto porque algunas salen en pantalla y otras al final no.

         -Lo que parece claro es que el sector de la animación está mejor situado que el de los cómics.

         -En comparación, el mundo de la animación en Canarias está mejor, pero con matices, sobre todo porque el del cómic es muy complicado. Es normal que tengas que compaginar tu trabajo en las viñetas con otros. A veces logras que te contrate una compañía de Estados Unidos y consigues cobrar un sueldo normal cada mes durante un tiempo. Ahora en Canarias se vive un buen momento en cuanto a animación y se están haciendo muchas producciones gracias a que han venido varios estudios, pero tampoco se puede decir que sea algo seguro. Está bien, pero no eres un funcionario; como mucho consigues una cierta estabilidad.

         -¿Qué te parecen las últimas noticas que han salido sobre la Inteligencia Artificial (IA)? Un asunto que preocupa especialmente a los creadores.

         -Antes o después se va a tener que regular porque está dando lugar a varios problemas, el principal que se van a perder puestos de trabajo. Creo que es un asunto conflictivo en general. Luego están los derechos de autor, porque la IA recurre a bancos de imágenes, roban todo lo que hay allí para crear otras nuevas sin consentimiento del autor y ademas para lucrarse. Me preocupa personalmente lo que tiene que ver digamos que con una cuestión filosófica, porque para mí algo artístico tiene valor en cuanto lo ha hecho un ser humano. La importancia de una obra de arte no se basa solo en lo que ves, sino en lo que hay detrás, quién la ha creado, su historia… Si se hace con Inteligencia Artificial todo eso se pierde. Creo, además, que debería ser obvio que se supiera cuándo ha sido hecha de una manera o de otra.

         -Como palmero vinculado a Los Llanos de Aridane, ¿qué te parece la polémica que ha surgido por utilizar el Ayuntamiento una imagen de IA para el cartel de los carnavales?

         -Soy de Tazacorte y como tengo muchos amigos por allí me lo han comentado y me parece vergonzoso, no lo acabo de entender. La mayoría de la gente no puede distinguir entre una imagen artificial y otra que no lo es y, por eso, supongo que si no hubiese salido la noticia nadie se habría enterado. La verdad es que no sé cómo acabó la cosa, ni si hubo un concurso o si ese cartel lo ganó… Pero es un ejemplo de donde radica el problema de las IA que se ahorran un dineral a costa de los auténticos creadores.