Stop ratas
Es un mantra que se repite a lo largo de los años: “Santa Cruz de Tenerife esta sucia y hay una plaga de ratas”. Miren, ratas y ratones hay en todas las ciudades. En París hubo tal plaga hace años, que casi tiene que intervenir el ejército. Aquí, las cuadrillas de limpieza combaten a los roedores en una guerra sin cuartel. Decía Carlos Tarife, 1er Teniente de Alcalde, que el tema de las ratas: “se debe muchas veces al incivismo de los ciudadanos”.
Y en gran parte tiene razón. El Ayuntamiento tiene detectados al menos 8 puntos en la ciudad, donde los contenedores de basura se han rodado 20 metros, pero algunos guarros, siguen tirando la basura en la acera, por no caminar 20 metros. Claro, así las ratas se frotan los dientes. Basurita fresca que comer. Habrá que ser cochino.
En política también hay roedores infames que pasan más tiempo en el juzgado poniendo querellas estúpidas y haciendo perder el tiempo a la justicia, que dedicarse a gestionar, que es lo que tienen que hacer. Les pagamos para eso, no para ruindades. Acuérdense de las querellas a Fernando Clavijo, archivadas después de años, con el daño personal y profesional ya causado.
La de Lope Afonso, cuando era alcalde de Puerto de la Cruz, por dar permiso a unos mercadillos. La última, la del caso “Geneto”, archivada la causa contra los expresidentes del Cabildo, Carlos Alonso y Ricardo Melchior. Causas archivadas también a varios políticos del PSOE, todos los colores políticos. Archivadas sí, pero el daño personal y familiar ¿quién lo repara?
Y no me vale el que por ser político se tiene que asumir estas cosas. A la política se viene a gestionar y a hacer eso, política, no a aguantar querellas malolientes e infundamentadas que acaban siendo archivadas. Los roedores querellantes no sé si serán felices con sus andanzas, pero yo les mandaba al Flautista de Hamelin, para llevarlos a todos a la taza del váter. Pues eso, Stop Ratas, las de la calle y las de la política, tanto monta, monta tanto...