Presiones para frenar la independencia del Puerto de Arrecife
Por Antonio Coll
Ya en otras entregas, exponía que el camino para la declaración de una Autoridad Portuaria de Lanzarote, que sería la 29 de Puertos del Estado, encontraría muchas “piedras” para tramitar la segregación de la A.P. de Las Palmas. Y lo decía porque la primera oposición vendría del llamado órgano “provincial”, que es el primer involucrado en no facilitar la independencia por cuestiones de “intereses” propios y defensa a ultranza del Puerto de La Luz y Las Palmas. Hasta aquí se puede catalogar como normal la actitud de la mayoría del Consejo de Administración de la APLP que, por otro lado, siempre ha manifestado que el Puerto de Arrecife no es rentable, recurso para confundir y evitar la secesión de nuestras infraestructuras portuarias. Contrariamente tres estudios realizados por la Cámara de Comercio de Lanzarote, Cabildo Insular y el propio Gobierno de Canarias, exponen claramente la viabilidad y rentabilidad del Puerto de Arrecife y la conveniencia de su constitución para “lograr la diversificación económica, el florecimiento de nuevas actividades y la repercusión en la generación de empleo”, además de potenciar sus oportunidades estratégicas y competitividad. Luis Ibarra y su equipo se han tenido que tragar sus propias mentiras, pero aún así seguirán “presionando”, aunque pienso que la carrera hacia la independencia es irreversible.
Lo que ha sorprendido, en los últimos días, es el posicionamiento ambiguo del concejal del Ayuntamiento de Arrecife y representante del mismo en la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Tomás Fajardo (PIL). Y llama la atención porque el político pilista, muy vinculado con las actividades portuarias, siempre ha mostrado una actitud crítica por el trato discriminatorio del ente provincial y su presidente, Luis Ibarra (PSOE). Es cierto que la Asociación de Consignatario y Estibadores de Buques de Lanzarote a través de un comunicado ha solicitado realizar un estudio “más profundo sobre los costes de la independencia portuaria”, posicionándose en la línea del último Consejo de Administración de la AP de elaborar más “informes de competitividad”. La razón de emitir el comunicado, al parecer, viene a raíz de una carta remitida por el propio presidente de la Autoridad Portuaria, donde les advertía a los consignatarios y estibadores sobre la subida de los costes. En este sentido, de nuevo vuelve a mentir Luis Ibarra, porque las tasas portuarias son fijas para todos los puertos del Estado. También sorprende el desconocimiento que pone de relieve la directiva de la Asociación, cuando solicita falta de información. Esto es totalmente falso, según mis noticias, y además, la secretaria de dicha asociación y redactora del comunicado, es la concejala del Ayuntamiento de Arrecife, Dácil García (PP), quien, curiosamente, votó a favor, en un pleno la constitución de una autoridad propia para la isla.
Me consta que la Cámara de Comercio, Turismo y Navegación de Lanzarote ha facilitado toda clase de información a los consignatarios, además, solo con leerse los tres estudios económicos y las auditorías de viabilidad, citados al principio, contienen suficiente información clarificadora, por lo que parte del comunicado no tiene razón de ser. Otra cosa es que Luis Ibarra, como de costumbre, los haya asustado y fruto de ello hayan redactado un escrito precipitado y confuso. Y esto es contraproducente, ya que le hace el juego a la APLP para buscar la forma de ir dilatando la propuesta al Ministerio de Fomento-Puertos del Estado, para que la Autoridad Portuaria de Lanzarote sea una realidad a medio plazo.
Vuelvo a repetir, que el Puerto de Arrecife no puede seguir siendo gestionado desde Gran Canaria y existen poderosas razones para la independencia. De las 28 autoridades portuarias existentes, en el Reino de España, el Puerto de Arrecife se encuentra en zona media-alta. Solo en llegada de cruceristas, por ejemplo, está entre los primeros ocho puertos del Estado. Ya desde 1971, el Cabildo de Lanzarote adoptó por unanimidad el acuerdo de un puerto autónomo, circunstancia que nunca se llegó a producir. Ahora es el momento, gracias, principalmente, a las acciones permanentes de la Cámara de Comercio y el propio Cabildo de Lanzarote. Por eso, todos tenemos que estar unidos, para dar el paso definitivo. El potencial del puerto como motor económico es esencial para que sus beneficios repercutan en la isla. Sirva de ejemplo la propia Cámara de Comercio, cuando se segregó del “ente provincial”. Los beneficios para la isla están a luz del día, por mucho que, en su día, algunos no lo quisieron ver. Con la independencia del Puerto, ocurre algo similar. Por supuesto que también ganaremos esta batalla. Tiempo al tiempo.