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Los hermanos menores

Por Álex Solar

 

 

En la ciudad alicantina donde resido hay censados alrededor de cinco mil canes, lo que da uno por cada diez habitantes. Puede haber muchos más , debido a que hasta hace poco registrarlos significaba un desembolso añadido al gasto habitual en veterinario, alimentación y hasta seguros, en algunos casos. El nuevo gobierno municipal ha decretado la gratuidad del censo, tal vez con la intención de fiscalizar a posteriori a los dueños de perros que crean problemas de convivencia o higiene. Que de haberlos haylos.

 

El escritor Javier Marías llama “perrólatras” a los dueños de mascotas. Para él, los derechos de los animales son un despropósito y son los propietarios de animales los que quieren un privilegio desmedido. Dice también que los dueños de perros se arrogan una superioridad moral, porque se cree que son mejores personas que el resto, aunque no se priva de señalar que Hitler tenía una perra. Como prueba señala que Obama, que no tenía perro, cuando llegó a la Casa Blanca se apresuró a agenciarse uno por razones de imagen. Por otra parte, niega Marías que los animales posean unos derechos que “ni ellos, de poder hacerlo, reclamarían”. No puede menos que reconocer, sin embargo, que los humanos tenemos deberes para con ellos, entre los que figuran evitar su maltrato pero afirma también que “tenemos el derecho de defendernos de ellos si nos atacan o son nocivos”. Al escritor madrileño no le gustan nada los perros, desde que un vecino, que posee uno, lo insultó y no se atrevió a contestarle por temor a la reacción del fiel amigo del hombre. Tal vez debido a esta fobia no los quiere ni en pintura en museos, restaurantes o en las calles, según declara en un artículo que ha sido ya contestado y rebatido en diferentes medios.

A pesar de todo, los animales van adquiriendo carta de ciudadanía y ya se les ve en playas de Cataluña y la Comunidad Valenciana, y hasta en el transporte público de Madrid. El “pobrecito” de Asís, que les consideraba “hermanos menores”, estaría contento. Dice la leyenda que el santo logró convencer a un lobo feroz para que dejara tranquilas a las ovejas y que hablaba con las golondrinas, que lo escoltaban formando una cruz sobre su cabeza. Por esto, su natalicio, el cuatro de octubre, es el Día Mundial de los Animales y el papa Juan Pablo II lo nombró Patrono de los Animales y los Ecologistas.

 

En Alicante, los animalistas se han manifestado contra el dueño de un restaurante que roció una camada de gatos con líquido corrosivo. Hay por ahí bestias humanas que se creen con derecho a maltratar a nuestros hermanos menores. O a despreciarlos, como este escritor sobrevalorado y pagado de sí mismo.

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