Las razones del gato Fritz
Por Álex Solar
Estamos todos un poco cansados de oír hablar de política y de la política. Pero, como nos advertían nuestros “maestros de pensamiento” del pasado, “todo es política” incluso las tiras cómicas. En los años 70 los jóvenes contestatarios coleccionábamos los cómics de Robert Crumb e íbamos al cine a ver las aventuras de su Gato Fritz, un dibujo animado anti sistema y el más conocido de la llamada cultura underground americana. Este diabólico felino no tenía nada que ver con los ingenuos y edulcorados animalitos de la factoría Disney. Fumaba marihuana y hacía causa común con los anarquistas luchando contra la policía, dibujados como cerditos (los llamaban entonces “pigs”). Fritz estaba en el centro de todas las revueltas, especialmente en las raciales, de esa época dominada por las protestas estudiantiles, las marchas a favor de los derechos civiles de los afroamericanos y la oposición a la guerra del Vietnam.
Los últimos disturbios de Dallas no surgen de la nada. Entre los más violentos del pasado están los de Watts (Los Ángeles) en 1965, que dejaron un saldo de 34 muertos, cientos de detenidos y pérdidas materiales de unos 40 millones de dólares. Luego vinieron otros, como los de Detroit y Michigan, que se extendieron a 128 ciudades causando una estela de destrucción y muerte aún superior, en 1967. El asesinato de Luther King, el 4 de abril de 1968, volvió a desencadenar una ola de estallidos raciales en 125 ciudades de los Estados Unidos causando la muerte a 46 personas y dejando miles de heridos. En Washington los disturbios llegaron hasta el mismo centro de la ciudad a escasos 500 metros de la Casa Blanca y el presidente Johnson se vio obligado a llamar al ejército del aire para controlar la situación. Desde 1980 a 2014 se suceden cada cierto tiempo este tipo de motines o revueltas raciales a causa de incidentes entre la policía y afroamericanos. La herida del racismo sigue abierta y sangra.
Nada nuevo, pues bajo el sol americano. La brecha racial existe y se ahonda, en los ghettos y en las cárceles, donde la población penal es predominantemente negra. Los afroamericanos son el 13% de la población total del país pero el 40% de la población carcelaria. Algo huele a podrido en el país de Walt Whitman, Lincoln y Obama.
El gato Fritz murió “asesinado” por su creador, Crumb. Pero sus denuncias sobre la sociedad americana siguen siendo muy válidas, pese al tiempo transcurrido.