La sentencia del Supremo descalifica a los “enemigos” de Arrecife
Por Antonio Coll
El Plan Especial Puerto-Ciudad de Arrecife, fue aprobado, definitivamente, en julio de 2006, por el Ayuntamiento de Arrecife, presidido por la alcaldesa Maria Isabel Déniz (CC) que gobernaba con el PSOE, siendo concejala-delegada de Urbanismo, Nuria Cabrera. Años antes se había convocado un concurso público internacional por la Autoridad Portuaria de Las Palmas-Ministerio de Fomento. El ganador fue el arquitecto Jerónimo Junqueras y el presupuesto aprobado ascendía a 100 millones de euros. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Arrecife, que estaba ligado con el MasterPlan, fue aprobado inicialmente, antes de las elecciones del 2007 y, posteriormente “tumbado” por el nuevo grupo municipal PSOE-PIL que fue disuelto por el Caso Unión, años más tarde.
El 17 de junio pasado, el Tribunal Supremo, en una sentencia definitiva, avala el Plan Especial Puerto-Ciudad de Arrecife, rechazando el último recurso de casación presentado por Alternativa Ciudadana, ante una nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en septiembre de 2014, que dictaminó la vigencia de dicho Plan. Un Plan que se vio inmerso en una espiral burocrática y judicial, entre sentencias contradictorias y recursos; por dicha circunstancia, el periodo ha sido ¡diez años! Diez años de abundancia verborrea y desparpajo. Diez años de desinformación e intoxicaciones. ¿Y ahora quien recupera los cien millones de euros públicos? Sin contar con las inversiones privadas previstas, que según me dijo la misma alcaldesa nacionalista, en su momento, podría ascender a otros 100 millones de euros. Con esas inversiones, antes de la crisis económica, no se hubiera producido un paro cercano al 32% de su población y Arrecife no estaría situada hoy, según el INE, entre la diez ciudades españolas con menor renta per cápita y altos índices de pobreza. Los conflictos irracionales y los despropósitos de algunos, entre ellos políticos, son cómplices del destino de una parte de la colectividad y su alarmante situación. Los enemigos de Arrecife y de Lanzarote, tienen nombres y apellidos. Son bien conocidos y viven con un poder adquisitivo bastante holgado, la mayoría, gracias al dinero público.
Una victoria simbólica
El instrumento urbanístico especial, era o es un Plan ambicioso, moderno, que desarrolla un área mixta, portuaria y urbana, alrededor del Charco de San Ginés y de todo Puerto Naos. El proyecto era dotar a la ciudad, como indica el arquitecto ganador Junqueras, de un espacio natural-urbano de calidad, donde los habitantes de Arrecife y turistas pueden disfrutar de actividades comerciales, restauración, ocio, cultura con las infraestructuras portuarias y náuticas deportivas. En definitiva, la idea era revitalizar las zonas de Puerto de Naos, Charco de San Ginés y el Islote del Francés. Pero, desgraciadamente, en esta isla, determinados grupos, bien asentados, han optado por dar la espalda al desarrollo sostenible de una ciudad mal planeada, urbanísticamente hablando y no digamos nada de su esperpéntica arquitectura. Falsas campañas estratégicas y tácticas, se han empleado desde hace mucho tiempo, unos por intereses políticos partidistas y otros por afán de lucro y manejar el “patio”. Y, de esa forma, las inmensas potencialidades de la ciudad de Arrecife no han podido ser explotadas debidamente, apelando al interés general. Y esto todavía sigue. La práctica de políticas enredadas, enmarañadas y de conveniencias, aún sigue en vigor y percibo que será difícil erradicar, comprobando el turbio panorama actual y la existencia de los mismos “genios” maléficos que se han vuelto a rearmar.
La aprobación del nuevo Plan General Urbano de Arrecife Supletorio, que sin ser ninguna joya, después de la dimisión forzada de José Montelongo, y con la incorporación de la nueva alcaldesa, se ha avivado mucha incertidumbre, sobre todo porque se piensa que detrás de ella, se encuentran las mismas personas que dirigieron el PSOE desde 2007 y fueron culpables de tumbar todos los planeamientos. Hoy siguen controlando el aparato socialista, aunque no tengan cargos orgánicos.
Mi postura siempre ha sido clara y la hemeroteca del semanario Lancelot y del propio diario digital, puede dar fe. Pero, en esta entrega, ya no quiero cansarles más. Porque yo también estoy cansado de denunciar las batallas campales y despiadadas de determinados grupos de la sociedad lanzaroteña, solo con fines destructivos y miserables. Se oponen a la regularización de determinados establecimientos hoteleros; se oponen al desarrollo de la Geria; se oponen a cualquier planeamiento urbanístico y territorial de interés general; se oponen al nuevo PIOT; a la incipiente Ley del Suelo…Solo practican intenciones malsanas para beneficio propio, para enriquecerse y “demostrar” un aparente poder no legitimado por las urnas. No es una conjura de necios, simplemente es una conjura de sádicos enfermos y “caraduras”.
10 años después, tenemos en vigor un Plan Especial Puerto-Ciudad de Arrecife, gracias a la última sentencia del Tribunal Supremo. Pero para efectos reales, solo supone una victoria simbólica para todos aquellos que defendemos a la ciudad de Arrecife y a la Isla de Lanzarote. Alternativa Ciudadana ha de pagar las costas procesales generadas al Ayuntamiento de Arrecife y Autoridad Portuaria, por un importe de ¡ocho mil euros! ¿Y los cien millones de euros perdidos, quién los paga?