LA CHINCHETA DEL DOMINGO. La Buro (burro) cracia...
Santiago Negrín
Nunca he llegado a comprender del todo el significado del concepto “burrocracia”, porque los empleados públicos, que son quienes manejan la burocracia y ese conjunto de normas pérfidas que hace que todo se retrase, burros no son. Son esas normativas enmarañadas y fosilizadas, las herramientas que tienen, las que nos tiene paralizados. Y es que para pedir un papel (higiénico), hay que rellenar 100 rollos de papel (higiénico), de tinta claro, no de otros menesteres...
La productividad se hunde en Canarias, una de las regiones que menor riqueza genera por trabajador y una de las causas es el papeleo no higiénico e indefendible de la (burro)cracia. Pero hay mucho más, hasta el infinito y más allá. La falta de formación es un agujero negro. Mucha gente no quiere estudiar, prefieren vivir de ayudas y pagas, que hincar los codos hasta que les duelan. Que eso de estudiar produce ansiedad y atormenta el cerebro.
Lo cual va de la mano con que tenemos una de las tasas de abandono escolar más altas de España. La cultura del esfuerzo debe estar ya en la taza del váter y a punto de que alguien tire de la cadena. No gusta ir a clase, estudiar es aburrido y es mejor esperar a que algo caiga del cielo, pero es que Dios tiene demasiados encargos. En la puerta de un Super donde hago la compra, suele ocurrir esto, y ojo, no con personas enfermas o con debilidades apreciables, sino con gente de buen cuerpo, frescos y lozanos:
¿Me ayudas con algo?, suelen decirte. Ya saben, la mano tiesa esperando la monedita. “Es que no me han dado la paga de tal o cual...” añaden. Y uno se va, dejando al cariacontecido, esperando a que pase el siguiente. ¿Culpa de la burocracia, del abandono escolar, de la falta de formación, de la gandulería que muchísimos tienen? No creo que a nadie le guste pedir por la calle, pero sospecho que algunos le han cogido el gusto. La productividad bien entendida, empieza por uno mismo.