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Elogio de Efe

 

Por Francisco Pomares

 

  • Lancelot Digital
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    Cada vez que en este país nuestro hemos puesto a parir a los medios públicos por su servil actitud ante la política (sea quien sea el que mande), yo he dejado fuera de ese guiso a la Agencia Efe. De las entidades públicas del Estado que tienen que ver con la comunicación, Efe es sin duda y con enorme diferencia el más barato y al mismo tiempo el más rentable: los dos grandes hitos que han permitido que casi 500 millones de personas se entiendan en una lengua común –el español- son la gramática de Nebrija y la Agencia Efe.

     

    Gracias a Efe, son hoy millones de hispanohablantes los que hablan el mismo idioma, leen en el mismo idioma y se informan en el mismo idioma. Mientras la España de la pluralidad y la diversidad territorial a la que se refieren nuestros políticos hace el ridículo en Europa, intentando que la Unión incorpore las lenguas cooficiales españolas al Parlamento Europeo (sólo porque hay que cumplir con esa condición para que el Gobierno actual cuente con votos suficientes para gobernar), Efe ha logrado que el español mantenga su unidad gramatical y no se despeñe frente al frenético empuje del esa lingua franca del mundo que es el inglés.

     

    Sin desmerecer el trabajo de nadie, es gracias a Efe y no al Instituto Cervantes –una institución cultural que también hace su trabajo, pero no llega ni de lejos a tantísima gente-, que miles de jóvenes de todo el mundo escuchan, aprenden y se defienden en el mismo español. La lengua común de todos los hispanohablantes goza de una espléndida salud no sólo por ser hoy el segundo idioma más hablado como lengua nativa en el mundo -sólo superado por el chino mandarín-, sino también gracias a la influencia unificadora de ese instrumento que es el viejo Manual del español urgente de la Agencia Efe (ahora también Manual del Estilo Urgente), una suerte de escudo de defensa del idioma que aplican más de 3.000 periodistas distribuidos en 120 países, que transmiten informaciones a más de 2.000 medios. El Manual empezó a publicarse en 1976, y tuvo tanto éxito que Efe creó cuatro años después su departamento de Español Urgente, para unificar criterios y establecer reglas que deben cumplir todos sus periodistas, para evitar la corrupción y dispersión lingüística y la introducción excesiva de neologismos. El departamento quedó integrado por lingüistas y filólogos, con un consejo asesor de estilo, al que se incorporó la Real Academia y periodistas. El consejo asesor fue la base de la Fundación del Español Urgente, que hace dos años, merced a un acuerdo con la Academia y con la financiación del BBVA, pasó a denominarse FundéuRAE, una institución de gran prestigio en todos los ámbitos, que sigue preservando la unidad de uso del español, en la que es hoy una de las mayores redes mundiales de delegaciones y corresponsalías del mundo. A pesar de los recortes económicos sufridos desde 2008, Efe sigue ofreciendo todos los días a la práctica totalidad de los medios hablan en español, la visión hispana del mundo, y hasta ahora lo ha hecho siempre desde una razonable independencia política, que ha permitido a la Agencia ser respetada como fuente neutral de información en todos los países donde opera.

     

    Por supuesto que el nombramiento de su presidente y las líneas generales de actuación de la Agencia son competencia de los gobiernos de cada momento, pero Efe había logrado hasta ahora escapar a la instrumentalización descarada y a veces sectaria que se da en otros medios públicos, muy especialmente en la televisión. Por desgracia, la designación del ex responsable de información de Moncloa -el periodista Miguel Ángel Oliver- como nuevo presidente de la agencia, ha disparado la alarma sobre la capacidad de Efe para mantener su estatuto independiente.

     

    La oposición también considera que el nombramiento de un directo colaborador del presidente Sánchez, que durante la pandemia práctico el oscurantismo y alimentó el control informativo, es parte de una estrategia socialista par supeditar los medios públicos a las necesidades del PSOE en la complicada legislatura que ahora se inicia. El PP ha comparado la designación de Oliver con la de la ex ministra de Justicia, Dolores Delgado, como fiscal general del Estado; o la del ex ministro sanchista, Juan Carlos Campo, como magistrado del Constitucional, o la de José Feliz Tezanos, miembro de la ejecutiva socialista, como director del CIS. Que el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado haya sido anulado por el Supremo, o el de Álvaro García Ortiz como fiscal general, considerado no idóneo por el Poder Judicial, refuerzan la idea de una persistente colonización sanchista de las instituciones.

     

    Quizá sea un juicio prematuro, pero parece innegable es que politizar también Efe después de años de un servicio ejemplar al país y al español, es la peor de las noticias. 

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