El potencial de Arrecife está sin explotar
Por Antonio Coll
El Ayuntamiento de Arrecife, por primera vez en su historia, presentó en la reciente Feria Internacional de Turismo, en Madrid (Fitur/17), un vídeo promocional del municipio, que invita a futuros visitantes, según el texto del soporte audiovisual a “descubrir y enamorarse de Arrecife. A sentir y disfrutar de su historia, su patrimonio, su marina, su gastronomía…” “Lo realmente grande en la vida es vivir”. Este último mensaje me llamó la atención por su fondo filosófico, no propagandístico. Por eso, yo lo excluiría porque lo realmente grande es vivir la vida en un lugar cómodo, atractivo, con poco ruido y mucha seguridad. Sin lugar a dudas, Arrecife es una ciudad con una potencialidad enorme, pero aún está sin explotar, porque en décadas la clase gobernante, la mayoría, no ha sabido proyectar la ciudad con los apropiados moldes urbanísticos, arquitectónicos y culturales, para convertirla en una ciudad digna y acogedora para sus residentes y reclamo para sus visitantes. Han faltado ideas y talentos. Arrecife es un espacio urbano que ha ido creciendo, pero solo con parcheos e improvisaciones. Ha ido creciendo con un plan urbano, redactado en 1991, y solo ha sido renovado con algunas modificaciones puntuales. Pero no nos engañemos porque Arrecife si no fuera por la marina y el propio charco San Ginés, sería una ciudad sin alma, ingrata, descabalada y complicada. Solo se puede tener compasión por la atrocidad que los políticos de turno han realizado, con algunas excepciones. Por ejemplo, solo puedo destacar, la visión de futuro que tuvo Maria Isabel Déniz, Nuria Cabrera, Cándido Reguera, entre otros. Por lo demás, esperar a que llegue un “visionario”, con ideas urbanísticas e inspiradoras para llevar a cabo una planificación inteligente para explotar las múltiples potencialidades que el lugar geográfico de Arrecife ofrece, gracias a la Naturaleza. Ahora hace falta arte, arquitectura y urbanidad para revitalizarla y modernizarla. El Islote de la Fermina o el “Desamor”, el Islote del Francés, el Palacio de Congresos-Auditorio, zonas de Puerto Naos, Las Salinas, Agramar, entre otros lugares y espacios urbanos, aún siguen esperando planes de ordenación urbanística y arquitectónica, para dar salida a esos lugares privilegiados.
El video promocional que invita “descubrir y enamorarse” de Arrecife” habría que posponerlo, sobre todo, para evitar actitudes burlescas de los residentes y el enojo de los visitantes. Que conste que está muy bien realizado y felicito al autor, pero todos sabemos que no refleja la cruda realidad integral de la ciudad, sólo algunos aspectos dignos de contemplarse y visitar. Los fines propagandísticos tienen que tener un fondo mínimo de ética, de profesionalidad. Para que Arrecife se pueda insertar completamente en el circuito turístico insular tiene que mejorar, profundamente, la fisonomía urbana. Para ello, también hay que ofrecer facilidades a la iniciativa privada, a través del plan de ordenación urbana. Igualmente, el catálogo arquitectónico de la ciudad, que protege inmuebles en ruinas, debe de desaparecer y redactar un catálogo razonable, acorde a las posibilidades de los propietarios y que las actuaciones urbanísticas sean rentables, porque de lo contrario solo se está consiguiendo el desplome de las viviendas y una estética deplorable. Las propuestas son simples, solo hace falta voluntad y una gestión política inteligente y convincente. Ya son muchos años de parálisis, por culpa de un ayuntamiento, alojado en la barbarie, incultura y decadencia. A pesar de todo y, afortunadamente, el turismo de crucero, sigue en aumento y, por ahora, Arrecife se va salvando. Pero solo es un consuelo y bastante inestable.