El (mal) humor

Por Alex Solar

Hacer reír es más difícil y raro que hacer llorar. Nunca he sabido qué es lo que a mí personalmente me provoca hilaridad (yo me quedé en el humor literario de Jules Renard,), pero sé positivamente que  el humor que prolifera en Internet bajo la etiqueta YouTube me deja indiferente, a diferencia de la gente joven que conozco. Las bromas pesadas, del estilo del ataúd en el ascensor o el perro disfrazado de araña monstruosa me provocan otra reacción: mal humor, porque creo que no hay derecho para andar fastidiando al personal con sobresaltos que provocan hipertensión o adrenalina a chorros. O reacciones de agresividad, más o menos injustificadas como la que afectó al youtuber alicantino Mr.GranBomba, que se convirtió en viral en pocos días. Confieso que siento más empatía con el repartidor que sufrió la broma que con el chico que provocó su ira y se llevó un bofetón de antología. No se puede ir de listillo por la vida sin pagar las consecuencias.

La tentación de convertir todo en guasa ha llegado también a la política y es así como vemos a señores de la derecha y de la izquierda, empezando por el presidente del gobierno, actuar como si estuviesen en el tablado del Club de la Comedia. La cena de la prensa, en la que una periodista les devolvió las gracias uno por uno pareció una justa revancha a tanta payasada.

Otro damnificado por su propio estilo  ha sido el humorista alicantino Cremades, que a consecuencia de unas declaraciones a un periódico fue ampliamente censurado en las redes sociales y represaliado por un ayuntamiento que le canceló una gala por considerarlo machista. Había dicho en esa malhadada entrevista que “los hombres sufren más violaciones que las mujeres”, entre otras lindezas. Tal vez este joven comediante no sabíaque con esos argumentos se adentraba en el proceloso jardín del “masculinismo”, corriente que intenta combatir el feminismo mediante la creación de una nueva identidad de género para los varones como reacción ante sus avances. Para los masculinistas la igualdad no es lo mismo que para las feministas y reivindican que la violencia de género no es un problema exclusivo de las mujeres y sostienen más o menos lo mismo que el humorista, que es un problema que merece atención y que es por lo general minimizado o ridiculizado.

El humor en la Red me parece banal, repleto de tópicos y puede que esa trivialidad sea la que le hace conectar con tanta gente. Reírse de lo cotidiano en sus detalles escatológicos o explotar la supuesta diferencia entre los sexos es habitual. El humor refleja la sociedad que lo crea y será por eso que el que veo no me gusta.