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Confundido

Francisco Pomares

 

El consejero de Hacienda Román Rodríguez, ha respondido a las informaciones que cuestionan su rechazo a mantener la póliza multidivisa para su chalet en Ciudad Jardín, aleganado que fue engañado por La Caixa como lo fueron miles de otros ciudadanos que solicitaron hipotecas. Román pasa por alto que la hipoteca por él solicitada fue una hipoteca para expertos, una hipoteca a en moneda extranjera, suscrita para pagar menos porque los intereses eran más bajos en yenes que en euros.  Dice Román que después se comprobó que esas hipotecas eran tóxicas, y tiene en eso sólo parte de razón: se comprobó que eran tóxicas solo después de haber estado durante meses pagando menos, porque el yen estaba sujeto a menos volatilidad de los tipos de interés. Solo se quejó Román Rodríguez,pasados muchos años, cuando el yen toco fondo y a él le toco pagar mucho más de lo que suponía que tendrá que pagar. De hecho, las hipotecas multidivisa fueron suscritas –en general- por gente bien informada de cómo funcionaba el mercado internacional de las divisas, y a muchos les salió bien, porque invirtieron en la moneda correcta. Román se equivocó y apostó por el yen, que se hundió en el mercado internacional. Es de suponer que si el yen hubiera ofrecido unos estupendos resultados a Román no le habría parecido tóxico el resultado y habría mantenido su hipoteca hasta el final. Pero no fue así, el yen se hundió y Román tuvo que pagar el doble por su préstamo inmobiliario. Se dio cuenta después de pasar unos años y presentó su demanda después de las elecciones de 2019, cuando las cosas se pusieron farrucas, 

 

​Rodríguez contestó ayer con estos argumentosa a los de La Caixa, con la que mantiene un contencioso por una hipoteca multidivisa que firmó en 2007, un contencioso que ha logrado ganar en dos ocasiones, alegando desconocer lo que firmaba, dado que no sabía de finanzas. Ese desconocimiento es el que la entidad prestataria se niega a aceptar, provocando que la Caixa denuncie a Rodríguez ante el Supremo. El asunto sería distinto, si no fuera porque el Consejero de Hacienda sabía perfectamente lo que hacía. Es alguien bien informado.

 

En una rueda de prensa sobre la evolución de la economía de las Islas durante los años del pacto de las flores, Rodríguez defendió que su enfrentamiento con La Caixa es un asunto estrictamente privado. Y tiene razón, pero lo que convierte el conflicto en público es su insistencia en que los bancos le engañaron como a tantos otros ciudadanos. Porque Román no es un ciudadano del montón: es el vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, un hombre con un nivel de conocimientos económicos superiores, y una obvia experiencia financiera en la gestión de los asuntos públicos. Lo razonable es que Román hubiera reconocido que lo que hizo fue intentar recuperar su dinero, usando una fórmula al alcance de todos los ciudadanos, pero insistió en recordar que él no tiene conocimientos financieros y no debe tenerlos, lo mismo que no se espera de la consejera de la Ministra de Defensa que sepa conducir tanques. Un argumento cuando menos capcioso. Vale que no quepa esperar que la ministra de Defensa conduzca tanques y aviones, pero eso no tiene que ver con que el consejero de Hacienda no sepa lo que es una hipoteca multidivisa y los riesgos que supone. Mucho menos con presentarse como un héroe en la lucha contra los abusos de los bancos: “Me he defendido frente a un monstruo de la banca y he ganado dos veces” dijo Román: “Ahora estamos ganando esta batalla, diecisiete 17 años después”.

 

En realidad no es así: Román no es un héroe en la lucha contra los bancos. Es un pillo que ha querido aprovecharse torticeramente de un mecanismo de defensa contra los abusos bancarios, establecido por los tribunales y las leyes para favorecer a gente que carece de recursos y conocimientos, y lo ha usado como un derecho al que ampararse quien carece de conocimientos sobre el sistema financiero. Él no puede ni debe. Y no puede ni debe porque no es un ignorante. O no debería serlo. Es el consejero de Hacienda del Gobierno de Canarias, un hombre que no conduce tanques a diario, pero cobra 4.000 euros para gestionar la economía de esta región. Debería saber perfectamente lo que es una hipoteca multidivisa: una figura crediticia de riesgo para pagar menos intereses, que a veces sale mal. Y eso es lo que a él le pasó.     

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