Bienaventurados los que “luchan” por el PIOT…
Por Antonio Coll
Recogía San Mateo 5:4, “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”. En esta exposición solo me refiero a los que luchan para sacar hacia adelante el nuevo PIOT, para sustituir el vigente, que data desde 1991.
Me viene bien porque nos presenta un marcado contraste entre la realidad actual de Lanzarote, en referencia a la eterna posibilidad de una aprobación del Plan Insular de Ordenación del Territorio que, como bien es sabido, existen muchas dudas para que, en esta legislatura, se pueda aprobar, después de las ambigüedades y posiciones incomprensibles, por parte de la cúpula del PSOE, que, curiosamente, lo plasma en su programa electoral y, además, el nuevo documento, fue pilotado por el socialista Marcos Bergaz. En contrapartida, el presidente del Cabildo, el nacionalista Pedro San Ginés, uno de los impulsores, junto a su grupo de gobierno -CC-PP y dos consejeros-, consideran que su aprobación es de “máxima urgencia”. Los motivos están más que justificado porque el nuevo Plan ofrece seguridad jurídica, mejorar y cambiar las actuales infraestructuras desfasadas, invertir en numerosos proyectos de obras públicas y diseñar un modelo de isla, cara al futuro. Mantener el actual PIOT, significa paralizar la prosperidad económica de Lanzarote y frenar un avance de desarrollo sostenible.
Observando el panorama político actual y las presiones externas existentes para impedir sacar hacia adelante el documento, solo puedo apelar a la llegada de un “profeta” para que produzca un giro decisivo y convenza a los supuestos “incrédulos” políticos, sin duda, obligados a mantener una actitud, contraria a los intereses generales de la isla. Tarea difícil, conociendo el patio político que existe en Lanzarote y conociendo como “respiran”, a pesar de recibir órdenes contradictorias que, me atrevo a calificar de mentiras y falacias.
En definitiva, no les queda otro remedio que llorar y lamentar, a todos aquellos que están a favor del nuevo PIOT, porque después de casi 30 años, “la miseria política” sigue instalada en nuestra tierra. Poco les importa que sea insoportable y el mal que hacen a la sociedad lanzaroteña. Ellos mismos saben que hay que adaptarse a los nuevos tiempos, al siglo XXI. Pero cobardemente callan, algunos por disciplina de partido y otros porque pueden poner en riesgo los honorarios mensuales y no ser elegidos, en las próximas listas, para los nuevos comicios electorales de mayo/2019. Son perversas decisiones y sólo tienen como recurso pregonar falacias, para intentar despistar a la gente, al potencial electorado, al pueblo que paga sus sueldos…
Escribía García Márquez, Premio de Nobel que: “La sabiduría a los políticos llega cuando no sirve de nada”. Se refiere el colombiano escritor cuando los hombres públicos se retiran, una buena parte, se convierten en interesantes personajes, sobre todo “cuando escriben sus memorias que cuando redactan decretos” y yo añado planes, normas etc. Los opositores al PIOT saben, perfectamente, que con su actitud es poner contra las cuerdas el bienestar de una isla. Sencillamente, porque rompe la estabilidad de la buena gestión pública y pone en riesgo las demandas sociales y económicas de un pueblo que vive en Lanzarote.
El presidente del gobierno insular, Pedro San Ginés lo explica muy nítidamente al decir que: “El nuevo PIOT aborda muchas novedades. Plantea frenar, en lo posible, la alta dependencia del turismo, o al menos su diversificación, para evitar un agravamiento de las crisis cíclicas y avanzar hacia una mayor sostenibilidad hídrica y energética. Para ello apuesta por una reactivación sostenible de los sectores tradicionales, industria y producción ganadera, desde una perspectiva de un desarrollo sostenible que garantice la calidad de vida de los residentes; control de la presión sobre el medio ambiente y al mismo tiempo preserve el valor de la experiencia turística singular de la isla” “Así, en el ámbito de la revitalización de las zonas agrarias activas y puesta en valor de las abandonadas, el plan revisa en profundidad la normativa existente para hacer posible explotaciones viables económicamente y sostenibles. Amplía los ámbitos donde es posible la instalación de recursos energéticos renovables y limpios, en muchos casos compatibles con la agricultura”.
Pero los opositores saben que si aprueban el PIOT, en una época pre-electoral, potencian la figura de un político, al que llevan varios años, intentando desbancarlo del poder. Es tan hondo el fango de los intereses electorales que no les importa elegir la “puerta estrecha” para que el rebaño tenga dificultades para entrar al corral. Y es que las “pobres cabras” están sin pastor, al menos, eso es lo que se percibe.
“Bienaventurados los que están a favor del PIOT, porque ellos recibirán consolación”… ¿En el cielo?... En la Tierra, parece misión imposible. Y no digamos nada de los otros planes prioritarios, como el de Arrecife, el de La Geria y el que habría que redactar: “Plan Especial de los Miserables”. No sigo.