Causas más comunes para la cancelación o el retraso de un vuelo
La llegada del verano propicia que millones de personas en todo el mundo reserven vuelos para ir de vacaciones. Un tipo de transporte muy rápido y seguro, pero en el que también tienen lugar posibles incidencias a tener en cuenta. En este artículo, precisamente, vamos a conocer las principales causas de la cancelación o el retraso de un vuelo.
Una situación de este tipo siempre resulta muy desagradable para los pasajeros. En este sentido, siempre recomendamos que, a la hora de reservar un vuelo, leas el protocolo que sigue la compañía en materia de retraso o cancelación. De esta forma, podrás estar informado si ocurre una eventualidad como esta y tendrás conocimiento de los derechos de los pasajeros que te pertenecen.
Principales causas de la cancelación o el retraso de un vuelo
A pesar de que, por lo general, las compañías aéreas hacen todo lo posible por cumplir los horarios, es cierto que existen muchas incidencias y situaciones que pueden llevar a la cancelación o el retraso de un vuelo. Las que aquí especificamos son las más habituales que te puedes encontrar.
Condiciones climáticas adversas
Las condiciones climáticas adversas (tormentas, nevadas o nieblas muy intensas, fuertes vientos, etc.) son una de las razones más frecuentes de cancelación o retraso de un vuelo. No en vano, estas condiciones, dificultan la visibilidad y afectan a la capacidad de despegue y aterrizaje de los aviones.
En caso de que existan circunstancias de este tipo, la aerolínea debe tomar una decisión antes de cumplir con el horario previsto. Si las condiciones son muy extremas, lo habitual es que el vuelo se retrase o se cancele por motivos de seguridad. En todo momento, la compañía tratará de evitar riesgos innecesarios y tendrá que informar a los pasajeros, tal y como especifica el Reglamento CE nº 261, sobre la asistencia y compensación en estos casos.
Problemas técnicos en la aeronave
Los aviones pueden sufrir problemas técnicos que provocan retrasos y cancelaciones en el vuelo. Los fallos en los sistemas de navegación, los problemas con los motores o averías en los sistemas eléctricos son los más habituales. Si la aerolínea detecta cualquiera de estos fallos antes del despegue, tiene la responsabilidad de no volar hasta que no lo subsane.
Lógicamente, el procedimiento de reparación de un problema de este tipo lleva su tiempo. De ahí que deba informarse a los pasajeros de la eventualidad. En este tipo de situaciones, la compañía puede optar a esperar que el problema del avión se resuelva o a ofrecer un nuevo avión a los viajeros.
Cierre o congestión del espacio aéreo
El cierre o la congestión del espacio aéreo provoca retrasos o cancelaciones en un vuelo. No en vano, las compañías deben optar por tomar una nueva ruta y realizar un desvío. El cierre aéreo se puede producir debido a una condición climática muy adversa, una erupción volcánica, un conflicto geopolítico, etc.
Por otra parte, cuando hablamos de congestión del espacio aéreo nos referimos al aumento del tráfico. Una situación así va a provocar que el despegue o el aterrizaje de un vuelo se demore. Todas las compañías cuentan con un protocolo de actuación y una normativa de derechos de los pasajeros para este tipo de casos.
Problemas con la tripulación
La tripulación de un vuelo está formada por 2-3 pilotos y los asistentes de vuelo. Si no se cumple el mínimo de personal en un aparato, es probable que exista la cancelación o el retraso en un vuelo. Las compañías deben tener muy en cuenta esto, ya que de lo contrario se producirían las quejas y reclamaciones por parte de los pasajeros.
Las compañías de bajo presupuesto suelen ser las que más problemas de tripulación suelen presentar. Sobre todo por el personal limitado con el que cuentan. Algunas de ellas incumplen la normativa de descanso y las limitaciones de horas de vuelo, provocando que no tengan suficiente personal.
A este respecto, podemos hablar de una compañía como Vueling, que cuenta con una política de compensaciones en materia de retrasos y cancelaciones que el pasajero debe conocer. Dichas compensaciones van a depender de la distancia existente del vuelo que haya sido afectado. Por esta razón, es muy importante que, a la hora de hacer un reclamo Vueling, se conozca el protocolo de esta compañía.
Cierre o restricciones en el aeropuerto de destino
También puede darse el caso de que el aeropuerto de destino de los pasajeros esté cerrado o tenga restricciones de vuelo. Una situación que puede ocurrir cuando las condiciones climáticas son muy adversas, por algún problema de seguridad o una emergencia inesperada.
Si se da una eventualidad de este tipo, es muy importante que la compañía mantenga una comunicación clara y fluida tanto con los pasajeros afectados como con el aeropuerto de destino y aquellos que estén más cercanos. De esta manera, podrá ofrecer diferentes alternativas de viaje para los viajeros.
Problemas con la infraestructura aeroportuaria
Por último, la congestión del espacio aéreo, una huelga laboral o las condiciones climáticas adversas pueden provocar problemas en la infraestructura aeroportuaria. Además, hay que tener en cuenta también que los aeropuertos dependen de los servicios de transporte terrestre para recibir y enviar pasajeros. Si estos fallan, es probable que se pueda dar el retraso o la cancelación en un vuelo.