Por fin se abre el búnker en Lanzarote
Parecía que nunca iba a llegar el momento, pero por fin se termina la Odisea del Búnker de radioterapia de Lanzarote. La próxima semana, el miércoles 13 de diciembre, entra en funcionamiento esta instalación hospitalaria, tal y como confirmó el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, A partir de ese día, los pacientes oncológicos de Lanzarote ya no tendrán que desplazarse al Hospital Negrín de Gran Canaria, ni arrastrar con los inconvenientes extras que supone coger un avión, buscar una casa para hospedarse o buscar acompañantes para no estar solos en todo el proceso. Toda una tortura para pacientes y familiares que ahora se acaba, si todo sale bien. Lo curioso es que muchos políticos de Gran Canaria siguen sin entenderlo y continúan creyendo que ha sido un despilfarro hacer ese búnker de radioterapia.
Sangre, sudor y lágrimas
Hay que dar las gracias por la sensibilidad con esta demanda al Gobierno de Canarias del nacionalista Fernando Clavijo. Pero si hay un colectivo al que agradecer estos diez años de lucha y reivindicación de este servicio es a AFOL, la Asociación de Familiares de Enfermos Oncológicos de la isla, que no ha dejado de alzar su voz para exigir lo que Lanzarote merece. AFOL, con su presidenta, Carmen Arrocha a la cabeza, no ha desfallecido jamás, a pesar de la incomprensión de demasiada gente. Y es que costó sangre, sudor y lágrimas convencer al poder de Gran Canaria de que no era un capricho, sino una necesidad. La indiferencia e incomprensión de algunas autoridades de la época fue notoria. Sobre todo la del consejero de Sanidad socialista Jesús Morera, toda una eminencia médica, que consideró que no era una necesidad, ni una prioridad. Su particular teoría de la eficiencia hizo que se opusiera a que Lanzarote contara con un bunker de radioterapia, alegrando que los enfermos podían ir a Gran Canaria a "radiarse". Entendía que era más seguro y rápido, argumentando que se trata de servicios muy complejos. Esa vieja teoría ampliamente extendida entre los profesionales y políticos de las islas capitalinas de haber prosperado supondría no sólo alentar el centralismo en el archipiélago, sino que Lanzarote y Fuerteventura, y el resto de islas menos pobladas, estuviesen todavía en la edad de piedra en muchas parcelas.
Confundir la eficiencia con la injusticia
Lo cierto es que Morera confundía la eficiencia del dinero público con la injusticia, pero eso solo lo saben los enfermos de islas no capitalinas que han tenido que trasladarse a diario, o desplazarse durante un tiempo, sumando esas incomodidades a la propia dureza de la enfermedad. Fueron los miembros de AFOL los que presionaron a un presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, que no tardó en sensibilizarse con la causa y hacerla suya. Fue él el que convenció al siguiente consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, y finalmente consiguió que se recogiera su petición y se comenzara a redactar el proyecto. El gobierno de Torres recogió el testigo, pero lo cierto es que lo hizo con cierta pachorra, ya que finalmente será Fernando Clavijo, en su segundo mandato, el que inaugure la obra que inició. No podemos tampoco dejar pasar por alto el papel del actual presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, que como parlamentario ha llevado el tema en numerosas ocasiones a la Cámara.