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Los corruptos son los demás

 

Que dice Mónica Oltra que vale, que ella dimite del Gobierno y de las Cortes valencianas, pero que “qué cojones va a pasar con este país”… Sin ella, se entiende que fue lo que le pasó por la cabeza. Y es que Mónica Oltra, que ha sido imputada por encubrir los abusos sexuales de su exmarido, ha descubierto, toda licenciada en derecho ella, toda abogada, que no es lo mismo estar encausada que ser culpable. Y digo que lo ha descubierto ahora porque antes, cuando los encausados eran otros, ella gritaba a los cuatro vientos que eran corruptos y culpables porque se ve que cuando estas cosas pasan en otros partidos, son peores. Cuando encausan a políticos del PP o del PSOE, y se les anima a dimitir, no se pierde nada, pensará ella, pero cuando le pasa a alguien como la propia Mónica Oltra, pues se ve que el país se va a la mierda. “¿Qué cojones va a pasar con este país?” Pues nada Mónica, nada. Otra política divinizada que se nos olvidará.

 

No es lo mismo abuchear que ser abucheado

 

Es curioso como algunos de los nuevos políticos, de los que llegaron vendiéndose como algo diferenciado de la casta, se les han adaptado impresionantemente bien los trajes castizos. Me recuerdan a aquellos que hacían escraches a los que gobernaban y alentaban a la ciudadanía a acompañarlos en el insulto y el abucheo y cuando los recibían, esos mismos escraches que pusieron de moda, no les cabía en la cabeza como era posible que se permitiera semejante cosa. Insisto no es lo mismo abuchear que ser abucheado. No es lo mismo que los demás estén encausados, a que te encausen a ti. Y no, en ningún caso, querida Mónica, estar encausado es ser culpable, pero eso ya lo sabías tú que para algo estudiaste Derecho. Da la impresión de que han llegado a esta casta política nuestra, muchos salvadores de la patria que tienen remedios para todos, pero ninguno para sus propios males. Tal vez sería más sencillo dejar a la justicia, en cada caso, que determine quienes son o no culpables, quienes son o no corruptos, y no andar enfangando las carreras ajenas y las vidas de los contrincantes con unos métodos que luego no se aceptan en carne propia. Algún caso de estos hemos visto por aquí, ¿les suena?

 

 

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