El entusiasmo de Dolores Corujo
El entusiasmo demostrado por Dolores Corujo, la alcaldesa de San Bartolomé y portavoz o portavoza del PSOE de Canarias, por el hecho del acuerdo político alcanzado para romper el sistema electoral de la triple paridad, ha llamado altamente la atención de propios y extraños. Antes al menos, la secretaria general del PSOE de Lanzarote, disimulaba un poco y daba rodeos cuando se le preguntaba sobre si ella era partidaria de romper los criterios de equilibrios que ha supuesto para Canarias el actual sistema electoral. Ahora no. Ahora parece más la representante de un partido insularista de Gran Canaria que una representante de los intereses de los habitantes de una isla menos poblada como Lanzarote.
Uno entiende que Dolores Corujo ahora está jugando en la liga regional de la política Canaria, y que Lanzarote ya la ve desde el Parlamento de Canarias. Incluso que ella juega el papel de representante del PSOE de Gran Canaria y de Tenerife, donde está el poder político real del archipiélago, y se debe a ellos antes que a nada. Al fin y al cabo son los que la han puesto de portavoza.
Ese entusiasmo de romper la triple paridad no se le ve al Presidente del Cabildo de La Palma, el socialista Anselmo Pestana, ni siquiera al vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura y secretario general del PSOE en esa isla, Blas Acosta. Estos señores, socialistas ellos, saben lo que nos jugamos las islas menos pobladas cuando se rompa el sistema electoral y no es otra cosa que menor poder político en el conjunto de Canarias.
Romper la trimple paridad
Lo peor es que Dolores Corujo lo sabe, que ese empeño en romper el sistema electoral aumentado en 9 diputados más a las islas de Gran Canaria y Tenerife sólo hará que aumente el poder político que tienen ya en detrimento del conjunto de las islas menos pobladas. Y eso lo sabía el anterior líder del PSOE lanzaroteño, Manuel Fajardo Palarea, que se le puede criticar muchas cosas (aquí lo hemos hecho) pero no que se “vendiera” al oro de Moscú.
Fajardo sabe como se las gastan los canariones o los chicharreros. Saben que Canarias es un archipiélago, sabe que el sistema actual ha servido para mejorar el desarrollo de las islas menos pobladas. Sabe que todavía Lanzarote y Fuerteventura, por ejemplo, no tenemos la misma calidad de los servicios públicos, Sanidad y Educación, del que disfrutan en Gran Canaria. Saben que a una familia conejera le cuesta más que a otra de Tenerife que un hijo estudie una carrera universitaria, sabe que si aquí una persona tiene un accidente y se rompe la cabeza, tiene menos posibilidades de salvarse que un accidentado grave que en Gran Canaria. Y es cierto que todas esas diferencias se han ido acortando con el paso de los años. Sobre todo gracias al sistema de la triple paridad que ahora se va a romper y que una conejera socialista como Dolores Corujo aplaude con sorprendente entusiasmo.