El cuento de las colas en las paradas de los taxis
Las colas en las paradas de taxis de la zona de llegada del aeropuerto y en otras paradas de las zonas turísticas en el mes de agosto ha vuelto a sacar a la opinión pública el problema de un servicio público que en general funciona adecuadamente pero que es claramente mejorable. Entendemos a los taxistas cuando alegan que son momentos puntuales en los que se colapsa en el servicio en el aeropuerto “César Manrique” y cuando se defienden aduciendo que esas esperas también ocurren en otras capitales. El asunto es que cada vez se dan más esas colas en el aeropuerto, el problema es que ya no sólo ocurre ahí sino en la mayoría de las zonas turísticas. Responsables de hoteles o de complejos turísticos, tanto de Playa Blanca como de Puerto del Carmen han constatado a este Trasmallo que este año ha sido de los peores veranos en relación al transporte público, en horas puntuales. Creen que el servicio simplemente se ha colapsado, con esperas superiores a los 30 minutos y en ocasiones a la hora
Soluciones a un problema
Lo importante es reconocer el problema y que los políticos con los sectores implicados busquen fórmulas para atenuar el problema. No es fácil, es un sector muy corporativista y muy poderoso, dicen. Y es cierto, pero los taxistas son los primeros interesados en buscar soluciones. Es un servicio público, cosa que a veces se olvida. Y lo que ha ocurrido este verano en general en todas partes, no sólo en el aeropuerto, va en detrimento del turista, pero también del residente. Usted llama a las centralitas habilitadas y en muchas ocasiones puede llegar a estar hasta 15 minutos sin que nadie responda. Llama de nuevo y lo mismo. Muchos turistas vieron peligrar sus vuelos porque no llegaba ningún taxi al hotel. ¿Faltan taxis en general? El sector dice que no. Que hay muchas temporadas del año en las que, a excepción de los de San Bartolomé, los más agraciados, el resto tiene que echar muchas horas para hacer una buena caja. Insistimos: el Cabildo debe organizar una reunión con los ayuntamientos, responsables de otorgar las licencias municipales, para dar una vuelta de tuerca a un asunto, que nos tememos que puede ir a peor. La mayoría de Lanzarote vive del taxi, la mayoría de los taxistas también. Deben ser ellos los primeros interesados en dar una buena imagen los 365 días del año.
